Lo que parecía una simple gripe con afectación a grupos de riesgo se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza que ha hecho tambalear a las economías mundiales. Empezando por una crisis sanitaria, pasando por una dura crisis social y acabando en una crisis económica que tiene al mundo en un brete.
En cuestión de días, pasamos de esa simple gripe a vivir una crisis sin precedentes, confinados en casa para evitar la movilidad de las personas y los contagios, para no saturar a un sistema sanitario al borde del abismo. De la noche a la mañana, el Gobierno recomendaba el teletrabajo a las empresas, pero… ¿era posible? Muchas empresas pudieron poner en marcha el trabajo en remoto de sus empleados y otras se fueron adaptando en la medida en la que los proveedores iban facilitando los servicios y equipos necesarios.
El cambio ya estaba en marcha
Hay muchas empresas que ya estaban listas para estos cambios forzosos. En realidad, ya tenían a parte de sus empleados trabajando en remoto o ya estaban realizando reuniones por videoconferencia para ahorrar gastos en desplazamientos o consultas médicas a distancia con pacientes que tenían movilidad reducida o bien vivían demasiado lejos como para realizarlas presencialmente.
Es de destacar el papel que han tenido marketplaces digitales o diferentes tiendas online en el mantenimiento de una economía que, dadas las circunstancias, se encontraba en hibernación. Se habla de enormes éxitos empresariales en negocios online, desde eCommerce, hasta nuevas apps pensadas para que las personas pudieran contactar con sus amigos y familiares.
Digitalización forzada…
Es destacable el papel que “lo digital” ha tenido en todo este tiempo. Hablamos de economía, pero también hablamos de personas para las que, antes de esta situación, Internet les parecía algo imposible, pero que no han tenido otro remedio que utilizar esas herramientas para poder estar en contacto con un mundo exterior que el confinamiento les negaba.
Son muchas las personas de todas las edades que han vivido un proceso de digitalización forzoso, pero constructivos: pequeños de seis años conectados a la clase de lectoescritura de su profesora del colegio, trabajadores manteniendo su actividad laboral manteniendo reuniones de equipo con sus compañeros por videoconferencia, aperitivos virtuales en apps de vídeos de grupo o ancianos pudiendo hablar con sus hijos y nietos por llamada de vídeo de WhatsApp.
… que ha venido para quedarse
Si bien son muy numerosas las empresas que utilizan de manera habitual diferentes herramientas digitales para su día a día (que, por otro lado, son las que con mayor normalidad han llevado esta situación tan extraordinaria, puesto que, por ejemplo, el teletrabajo ya formaba parte de sus rutinas); es destacable el descubrimiento que todo esto ha supuesto para otras.
Hay segmentos del comercio, como por ejemplo, las tiendas gourmet, que han descubierto un gran mercado. En la medida que iba avanzando el confinamiento, estas tiendas vieron como les llegaban un montón de compradores, quienes, una vez satisfechas sus necesidades básicas y viendo que el encierro iba para largo, empezaron a darse algún que otro capricho que no podían encontrar en las tiendas de alimentación que continuaban abiertas durante el estado de emergencia, una circunstancia muy parecida a otros segmentos, como el bricolaje.
Como empezar la digitalización de una empresa
El coronavirus no se ha ido, continua presente en nuestro país y prueba de ello son los peligrosos rebrotes, que se han adelantado a lo previsto para otoño y que han aparecido en Aragón, Lérida o Barcelona. Las autoridades catalanas están tomando medidas para evitarlos, y de nuevo se recomienda el teletrabajo en las empresas.
Las empresas deberán tomar ahora importantes decisiones para digitalizarse, las que no lo hayan hecho, puesto que aún no existe un remedio para esta epidemia. Empezar por diseñar una estrategia de digitalización evitará el cese de su actividad.
Serán necesarios unos equipos y un mantenimiento informático, como por ejemplo el que ofrece GRUPO LINKA, con servicios especialmente pensados para las empresas y también para el trabajo remoto, como los escritorios virtuales VDI y también fórmulas de protección de los equipos, gracias a su condición de partner de Fortinet firewalls.
A buen seguro que toda esta inversión no quedará en saco roto, puesto que todo ello será un paso de gigante para el futuro. Las empresas que ya han experimentado este proceso de digitalización y que lo han incorporado en sus procesos de trabajo, han sido las más resilientes a la actual situación y son las que tienen un buen futuro por delante. En muchísimos casos, no han llevado a cabo ningún tipo de restricción laboral con sus trabajadores.
Así, tenemos ante nosotros la amenaza de repuntes, pero también la posibilidad de continuar con la actividad de una empresa a través de la introducción de aquellas fórmulas digitales que le permitan continuar con su actividad.