<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>España figura, por segundo año consecutivo, en la posición 36 del ranking de 63 países del <em>Informe de Competitividad Mundial</em>, que revela también que nuestro país incluso ha empeorado en tres de sus principales indicadores, los de rendimiento económico, eficiencia empresarial y eficiencia gubernamental.</strong></h4> El informe, que elabora anualmente IMD y que constituye uno de los estudios sobre competitividad internacional más relevantes, fue presentado ayer online desde Madrid en un acto organizado por <strong>el Consejo General de Economistas de España (CGE) e IMD Business School. </strong>El informe analiza las variables políticas, sociales y culturales con el objetivo de evaluar la capacidad de los países para dotarse de infraestructuras, instituciones y políticas que apoyen la competitividad de las empresas, según informó el CGE en una nota de prensa. El documento, según explicó <strong>el director del World Competitiveness Center del IMD, Arturo Bris</strong>, muestra un patrón común entre los países mejor clasificados, determinado por el comercio internacional y la inversión, el empleo, la apertura de las sociedades, las medidas relacionadas con la estabilidad política y la igualdad social y de género. “Pero no todas las economías abordan los problemas de la misma manera, y esto afecta su resistencia y agilidad ante circunstancias cambiantes y difíciles”, señaló. Por ejemplo, pequeños países europeos como <strong>Dinamarca, Países Bajos y Suiza han abanderado la eficiencia empresarial europea</strong> y han conseguido situarse entre los cinco países de mundo más competitivos de las 63 economías analizadas. Estos países destacan por su productividad y su fuerte rendimiento en la inversión internacional, así como por la eficiencia de sus sistemas educativos y de salud. Por su parte, <strong>España </strong>se mantiene estancada en el puesto número 36 por segundo año consecutivo y muestra un empeoramiento en tres de los grandes indicadores analizados, tales como el rendimiento económico (de la posición 29 a 31), la eficiencia empresarial (de 39 a 42) y especialmente la eficiencia gubernamental (de 40 a 44). El informe indica que los principales desafíos que tiene que solucionar la economía española son la reducción de la tasa de desempleo y la mejora de la empleabilidad, por lo que recomienda “repensar las políticas de empleo en el marco del diálogo social”. Así mismo, los autores del documento consideran necesario mejorar el clima de hacer negocios para reactivar la inversión e impulsar la digitalización y la investigación científica, así como el desarrollo y la innovación tecnológica. El informe también recuerda la necesidad de llevar a cabo “el renacimiento de la industria, que debe apostar por un crecimiento de alto valor añadido”.