The Diplomat
El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas y ex secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, declaró ayer que la decisión del Tribunal Constitucional alemán de rechazar el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE) supone un “freno a la política monetaria” de esta entidad “en un momento en el que el BCE juega un papel crucial en la lucha contra las terribles consecuencias económicas de la pandemia”.
El tribunal alemán falló este martes que el BCE se extralimitó en su mandato con su programa de compra de bonos de 2015, contradiciendo con ello al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que en 2018 decretó que este programa se ajustaba al mandato del BCE. El Constitucional germano aclaró en su comunicado que la sentencia no afecta a las medidas adoptadas por el BCE y la Comisión Europea para afrontar la crisis de coronavirus.
“La sentencia del Tribunal de Karlsruhe supone un freno a la política monetaria que tiene la obligación de desarrollar el Banco Central Europeo (BCE)”, declaró López Garrido en un comunicado. “No podemos compartir que, precisamente en un momento en el que el BCE juega un papel crucial en la lucha contra las terribles consecuencias económicas de la pandemia, el Tribunal Constitucional (TC) alemán impida al BCE que salga en auxilio de las economías europeas que más deberán endeudarse para sostener a empresas y agentes sociales”, advirtió.
“Es aún más grave que el Tribunal alemán ponga en cuestión la primacía del Derecho europeo sobre el Derecho nacional”, prosiguió el vicepresidente de Alternativas, que recordó que “los Estados miembros de la Unión Europea, también Alemania, han firmado unos tratados que establecen esa primacía y, por tanto, la primacía de la autoridad del Tribunal de Justicia de la UE”.
Por todo ello, López Garrido pidió a las instituciones europeas, incluida la Comisión, que “salgan al paso de esta sentencia del TC alemán y dejen muy claro que el BCE ha de seguir cumpliendo su misión de aplicar la política monetaria única en la UE y, particularmente, en la Eurozona”. “La señal negativa a los mercados que esta sentencia da ha de ser inmediatamente contrarrestada con un apoyo claro y diáfano a la tarea -en estos momentos trascendental- del BCE que le atribuyen los Tratados por los que se rige el proyecto europeo”, concluyó.