<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La entidad financiera pública Cofides está convencida de que al término de la pandemia se presentarán “buenas oportunidades de inversión” para las empresas. No obstante, advirtió, los flujos de inversión mundial directa en el exterior podrían caer hasta un 40% en 2020 y la recuperación económica se enfrenta a dos amenazas: el auge del proteccionismo y la desviación de la crisis al sector financiero.</strong></h4> Igual que ha sucedido en otras crisis, <strong>“se presentarán para las empresas buenas oportunidades de inversión basadas en la diversificación geográfica y sectorial”</strong>, especialmente en proyectos ya en marcha y no tanto en proyectos que tengan que “arrancar desde cero”, afirmó Rodrigo Madrazo, director general de Cofides, durante su intervención en <strong>un ciclo de webinarios organizados por el Club de Exportadores e Inversores Españoles y la consultora Iberglobal. </strong> En todo caso, <strong>la tendencia a la baja que venía registrando la inversión extranjera directa en todo el mundo en los últimos años se va a intensificar a partir de la crisis del COVID-19</strong>, advirtió el director de esta entidad financiera con participación pública que apoya la inversión y el desarrollo en el exterior de las empresas españolas. De hecho, recordó, los recientes datos de la UNCTAD prevén una contracción de entre el 30 y el 40% en los flujos de inversión directa en el exterior en 2020. Cofides gestiona actualmente una cartera de 1.200 millones de euros en apoyo a la internacionalización, además de otros 1.000 millones procedentes del Fonprode (Fondo para la Promoción del Desarrollo), y está presente con operaciones en 90 países. “Además de la oferta financiera habitual, Cofides está apoyando a las empresas que en estos momentos atraviesan por dificultades, dotándolas de liquidez y seguridad para superar esta incertidumbre”, explicó. A juicio de Rodrigo Madrazo, la mayor o menor velocidad en la superación de la crisis estará condicionada por <strong>dos factores potencialmente negativos: la posible apuesta de los países por un mayor proteccionismo económico, poniendo trabas a las operaciones de inversión exterior, y el posible traslado de la crisis al sector financiero, lo que podría producir un bloqueo del canal crediticio.</strong> “Esperamos que la crisis sanitaria no sea excusa para abandonar prácticas ya asentadas en los mercados, como la financiación sostenible, y que no se pierdan los avances alcanzados en este ámbito”, concluyó.