<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Unión por el Mediterráneo (UpM), con sede en Barcelona. ha recogido <em>online</em> las recomendaciones de más cien expertos y organizaciones sobre los retos de la economía azul, tanto por sí misma como en el actual contexto del COVID-19.</strong></h4> “El Mediterráneo se encuentra en una situación alarmante, calentándose un 20% más rápido que la media mundial”, según revela el primer informe científico sobre el impacto del cambio climático y medioambiental en el Mediterráneo, elaborado por el grupo de científicos de la red MedECC con el apoyo de la UpM, Aparte, se estima que unas 15 mega-ciudades portuarias corren el riesgo de sufrir inundaciones, a menos que se emprendan nuevas acciones de adaptación. El transporte marítimo, uno de los sectores de la economía azul más importantes del Mediterráneo tanto en términos de crecimiento como de empleo, representa el 10% de la contaminación marina y el 3% de las emisiones contaminantes de la atmósfera. Asimismo, ocho millones de toneladas de residuos plásticos entran al mar cada año, y los plásticos de un solo uso están volviendo a aparecer a gran escala durante esta crisis del COVID-19. Para hacer frente a todos estos desafíos, la UpM, con su copresidencia de la UE y de Jordania, llevó a cabo durante el mes de marzo una consulta <em>online</em> a través de la plataforma participativa <strong>Med Blue Economy Platform</strong>, estructurada a partir de temas prioritarios como la gobernanza marítima, la alimentación sostenible, el turismo, el transporte marítimo, el cambio climático, el desarrollo de competencias azules y el empleo. <strong>Cerca de cien entidades -incluyendo centros de investigación y universidades, administraciones públicas, sector privado, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales- presentaron más de 350 propuestas sustanciales</strong>, como parte del proceso de preparación de la segunda Reunión Ministerial de la UpM sobre la Economía Azul, prevista para este año 2020. Un asunto destacado en el estudio es el impacto del COVID-19 en una región que es uno de los principales destinos turísticos del mundo, ya que acoge a más de 300 millones de turistas al año. “El turismo, que representa el primer sector de la economía azul en términos de ingresos y empleo, es también un sector al alza para jóvenes emprendedores y un motor de crecimiento de las PYMES”, aseguró la UpM. <strong>“Este ha sido, con mucha diferencia, uno de los sectores más afectados por el COVID-19”</strong>, por lo que “ahora más que nunca, los países de la UpM tendrán que posicionar el Mediterráneo como un destino turístico verdaderamente <em>verde”</em>, advirtió la organización. “El estallido de la pandemia del COVID-19 exige un enfoque sincronizado y coordinado para encontrar respuestas comunes adecuadas, a fin de garantizar la resistencia y reducir al mínimo los impactos socioeconómicos en la región”, declaró el vicesecretario general de la UpM para el Agua y el Medio Ambiente, Isidro González.