<h6><strong>Andreu Cornelles</strong></h6> <h4><strong>Diferentes expertos latinoamericanos en materia económica, política y social participaron el pasado jueves en un evento vía streaming organizado por <a href="https://www.casamerica.es/index.php/es/sociedad/america-latina-despues-del-covid-19" target="_blank" rel="noopener noreferrer">Casa de América</a> con el título “Transformaciones inevitables: América Latina después del COVID-19”.</strong></h4> La incidencia y las medidas adoptadas hasta el momento están siendo muy diversas en la región. Desde los casi 30.000 positivos y casi 2.000 fallecidos en <strong>Brasil</strong> a los 200 positivos y 5 fallecidos en <strong>Guatemala</strong> o 175 positivos y 8 fallecidos en <strong>Paraguay</strong>. Sin embargo, el país peor parado en términos relativos es <strong>Panamá</strong> con casi 900 positivos por COVID-19 por millón de habitantes en el momento de la emisión del evento. Atendiendo a esas cifras, el economista y profesor asociado de IE University <strong>Germán Ríos</strong> indicó que las previsiones económicas más recientes cifran una <strong>contracción de entre el 3% y el 6% en la región</strong>. En ese contexto económico, señaló que los gobiernos latinoamericanos se verán en la obligación de “usar todos los instrumentos económicos a su alcance para revertir la situación”. “Contamos con las ventajas de que nuestra población es comparativamente joven y tenemos experiencia en lidiar con choques externos” apuntó Ríos. No obstante, recalcó que, a diferencia de la crisis del 2008, no se procede de un boom de materias primas en la región. Por tanto, tras una primera fase de contención de familias y empresas, “los gobiernos deberán ser más agresivos en el <strong>uso del gasto público y de políticas anticíclicas</strong>”. Por su parte, la directora del Latinobarómetro <strong>Marta Lagos</strong> analizó el impacto político del COVID-19 en la democracia, la política y las instituciones latinoamericanas. Lagos opinó que a diferencia de otras crisis en esta “no habrá nada transitorio, puesto que <strong>esta pandemia va a durar cierto tiempo</strong>”. Lo que su vez repercutirá en un cambio significativo en el modo de entender nuestra civilización. “Los Estados son los que tienen la palabra para salir de la crisis”, subrayó Lagos. Según su análisis, el rol de los Estados quedará reivindicado frente a los mercados, ya que los primeros deberán rescatar a los segundos. Lo que, a su vez, debería ser aprovechado por los Estados para realizar cambios significativos para “<strong>aminorar los impactos de las demandas sociales en todo el continente</strong>”, añadió. A continuación, el primer secretario general iberoamericano <strong>Enrique V. Iglesias</strong> comentó la respuesta a la crisis por parte de la comunidad internacional y los organismos regionales. “Está ocurriendo un verdadero <strong>cambio de época</strong>, puesto que venimos de unos mejores periodos de la Humanidad, «la Pax Americana», que ha traído al nuestro sistema una ganancia total muy importante” aclaró. Iglesias también valoró una posible basculación geopolítica definitiva hacia Asia, que en su opinión traería “fuertes cambios que hoy por hoy son difíciles de prever”. De producirse, advirtió que una eventual lucha entre potencias China-EEUU nos llevaría a una “<strong>fuerte inestabilidad</strong>”. Pero en todo caso, mostró su confianza en que el sistema internacional de instituciones sea capaz de articular respuestas en este contexto. Por último, el escritor y político <strong>Sergio Ramírez</strong>, abordó los cambios culturales que derivarán de esta crisis. A su juicio “Internet fue hace ya cincuenta años la punta de lanza que anticipó la gran transformación que nos espera”. No obstante, ahora nos adentramos en un “<strong>cambio de civilización</strong>” que se ha iniciado alrededor de los conceptos del aislamiento y del distanciamiento social. “Esto no implica que el mundo vaya a ser peor, simplemente distinto”, concluyó Ramírez.