The Diplomat
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reclamó ayer a la Unión Europea pruebas de «compromiso real» para acabar con la pandemia del coronavirus, especialmente con países que están sufriendo mucho como España, tras los tibios resultados del Consejo Europeo celebrado el jueves de manera telemática.
En una comparecencia ante la prensa, en la que informó sobre la decisión del Ejecutivo de prohibir que los trabajadores de actividades no esenciales vayan a trabajar desde mañana hasta el día 9 de abril, Sánchez advirtió a los socios comunitarios que “la Unión Europea se la juega” en esta crisis.»Nuestra generación -dijo- debe ser consciente de que esta vez Europa no puede y no debe fallar».
El plan de choque preparado por los países más afectados por el coronavirus, con Italia, Españ y Francia a la cabeza, se encontró con la resistencia de Holanda y Alemania. Por ello, Sánchez volvió a apelar al propósito de unidad de este organismo para luchar contra la pandemia.
«Hasta los países más europeístas necesitamos pruebas de compromiso real por parte de la Unión Europea, que escucha y actúa, pero necesitamos contundencia y solidaridad», subrayó el jefe del Ejecutivo.
Pedro Sánchez insistió en pedir diferentes tipos de medidas, dirigidas a combatir la emergencia sanitaria, de coordinación para asegurar la repatriación de compatriotas y también de ciberseguridad común, por lo que la respuesta -indicó- debe ser unida ante la actual catástrofe.
El jefe del Ejecutivo propone «poner en pie una economía de guerra y promover la resistencia» con medidas de endeudamiento público. Considera que la UE tendrá que hacerlo, una vez superada la emergencia sanitaria, con lo que algunos han dado en llamar un nuevo ‘Plan Marshall’ que debe contar a su juicio con el respaldo de todos los organismos europeos.
Tras reiterar que «ahora le toca a Europa responder» Sánchez dijo que las medidas no deben pasar porque España acuda al Fondo de Rescate, sino por «mutualizar esa deuda entre todos» mediante nuevos instrumentos como los que se han dado en llamar «coronabonos» que él prefiere denominar «bonos de reconstrucción», que tengan «el abrigo, el amparo y la solidaridad del conjunto de Europa».