Federico García Lorca (1898-1936) escribió La casa de Bernarda Alba el mismo año de su muerte y no pudo ser estrenada ni publicada hasta 1945, en Buenos Aires, dada la represión y la censura franquista en España.
La obra se centra en la tiranía moral y la represión sexual que Bernarda ejercía sobre sus hijas. Bernarda, viuda por segunda vez a los 60 años, les impone 8 años de aislamiento, llevando hasta lo irracional las convenciones sociales sobre el luto. La aparición de Pepe el Romano, dispuesto a casarse con la hija mayor, Angustias, desencadena el conflicto. Todas las hijas, a excepción de la menor, Adela, aceptan las disposiciones de su madre. Adela será el personaje rebelde, típico de Lorca, en el que se presenta la oposición entre la autoridad y el deseo. “El teatro, decía Lorca, es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo se les vean los huesos, la sangre…”.