<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>España se incorporó ayer al Centro para la Integración del Mediterráneo (CMI), un programa del Banco Mundial para la región creado en 2009 y del que forman parte países como Egipto, Francia, Grecia, Italia, Jordania, Líbano, Marruecos, Palestina y Túnez. </strong></h4> La adhesión española fue formalizada ayer en Marsella, donde tiene su sede el CMI, que cuenta entre sus miembros y socios a agencias de desarrollo, gobiernos centrales, autoridades locales y regionales y miembros de la sociedad civil, además del Banco Europeo de Inversiones y del Banco Mundial, que es quien gestiona el organismo. El Servicio Europeo de Acción Exterior participa en calidad de observador. Tras la incorporación de España, que fue formalizada por el cónsul de nuestro país en Marsella, Alberto Moreno, la directora del CMI, la española Blanca Moreno-Dodson, señaló en un comunicado que el centro se muestra “muy orgulloso” de contar con España como nuevo miembro, y agregó: "Convertir nuestra estrecha colaboración con España en una adhesión oficial significa comenzar una nueva etapa donde un CMI más fuerte e inclusivo podrá contar con la experiencia y la influencia españolas". La responsable del CMI indicó que la ampliación de la cooperación regional en el Mediterráneo es esencial "especialmente, en el momento presente cuando desafíos comunes como el cambio climático o la emigración clandestina requieren acciones conjuntas". <p align="left">El CMI busca influir en la toma de decisiones y establecer vínculos de unión entre las dos orillas del Mediterráneo a través de sus actividades de intercambio de experiencias y conocimientos, apoyo a la formación de capacidades, trabajos analíticos y diálogos técnicos al más alto nivel. El objetivo en último término, explica el comunicado, es promover la estabilidad y el progreso en una región decisiva para el resto del mundo.</p> <p align="left"></p>