<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Los embajadores de Italia, Francia y Alemania en España aseguraron ayer que las negociaciones para la futura relación de la UE con Reino Unido deben concluir con un acuerdo que obligue a Londres a respetar las normas comunitarias si quiere seguir teniendo acceso a los mercados europeos.</strong></h4> El pasado lunes comenzaron las negociaciones del periodo transitorio posterior al <strong>Brexit</strong>, en las cuales, en un tiempo récord, se deberá llegar a un acuerdo que impida que Reino Unido se convierta en lo que en los ámbitos europeos ya se conoce como el “Singapur del Támesis”, un país sin regulaciones laborales y medioambientales, con bajos impuestos y con grandes incentivos fiscales para las inversiones extranjeras que pueda amenazar a la economía de la UE. “La UE ha puesto claramente sobre la mesa que está dispuesta a un acuerdo muy ambicioso, más aún que el de Canadá, pero el nivel de ambición depende de cuánto esté dispuesta a poner la otra parte y hay temas que tienen que respetarse”, advirtió <strong>el embajador de Italia, Stefano Sannino</strong>, durante un acto sobre las consecuencias del <em>Brexit</em>, celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. “Existe el riesgo de que Reino Unido se convierta en un Singapur, pero está muy claro que no queremos que suceda”, prosiguió.<strong> “Las reglas del juego tienen que ser las mismas para todos y si Reino Unido quiere un acceso privilegiado al mercado de UE tiene que tener unas reglas laborales, medioambientales y fiscales muy parecidas a las UE, para que no haya competencia desleal”</strong>, manifestó. Por su parte, <strong>el embajador de Alemania, Wolfgang Dold</strong>, declaró que la UE debe mantener “la unidad demostrada hasta ahora”, ya que, advirtió, “las negociaciones sobre la relación futura con Reino Unido van a ser más complicadas que las de la salida, porque hay muy poco tiempo y muchos temas y porque es posible que los intereses de los Estado miembros interfieran más que en las negociaciones de salida”. En todo caso, se mostró “optimista” en lo que respecta a la unidad de los Estados miembros en esta nueva fase porque <strong>“nos une el interés en un mercado interior que nos asegura la competencia justa a través de reglas comunes y un marco institucional que vela por esas reglas”</strong>. “Esos principios están muy claros en las negociaciones con Reino Unido”, aseguró. En el mismo acto, <strong>el embajador de Francia, Jean-Michel Casa</strong>, se mostró “un poco menos optimista” que su colega alemán porque van a ser “unas negociaciones muy duras en las que, a pesar del tiempo reducido, no debemos precipitarnos ni aceptar compromisos que perjudiquen a nuestros intereses y a la esencia de la UE”. <strong>“Si Reino Unido quiere convertirse en un Singapur que no aplica las normas europeas, ésa será su elección como Estado, pero entonces no entrarán en la UE ni sus productos ni los productos de terceros países a través de Reino Unido, porque nosotros no vamos a cambiar las reglas del mercado único”</strong>, advirtió.