<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Comisión Europea va a aportar un máximo de 55 millones de euros a un programa de cooperación delegada de ayuda a los refugiados sirios en el que participa la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) como entidad asociada.</strong></h4> La iniciativa <strong>Qudra</strong> forma parte del programa regional<em> Resiliencia de los refugiados sirios, desplazados internos y comunidades de acogida en respuesta a las crisis de Siria e Irak</em>, financiado a través del fondo Madad de la Unión Europea y por el Ministerio de Cooperación de Alemania. El programa <strong>Qudra 1</strong> comenzó en 2016 y concluyó en agosto de 2019. Esta iniciativa de la UE, liderada por la Agencia alemana de Cooperación Internacional (GIZ), se llevó a cabo en cuatro países, Líbano, Turquía, Irak y Jordania. En el caso de España, la <strong>AECID y la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP)</strong> participaron como entidades socias para ayudar a fortalecer la capacidad administrativa de Jordania y mejorar, con ello, la atención a la población más vulnerable. El pasado viernes, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el Convenio entre la UE y la GIZ alemana, por una parte, y la AECID y la agencia pública francesa Expertise France, por otra, para la financiación de <strong>Qudra 2</strong>. El periodo de aplicación del Convenio comenzó el 1 de septiembre de 2019 (aunque en España entró en vigor este pasado viernes) y está previsto para 36 meses. El coste total de Qudra 2 será de 65,500 millones de euros y la UE se compromete a aportar una contribución máxima de 55,5 millones de euros. En el programa Qudra 1, AECID y FIIAPP ayudaron a desarrollar, mediante la gestión de fondos delegados de la UE, las administraciones locales Mafraq, Sarhan y Ramtha, en Jordania, para la mejora de la eficiencia energética y la gestión financiera y administrativa de forma que permita un ahorro de recursos que puedan ser destinados a la provisión de servicios básicos, sobre los que pesa una creciente presión por la llegada de refugiados. Según la AECID, las actividades de Qudra 1 consiguieron mejorar las condiciones de vida de alrededor de 450.000 personas, a las que facilitaron el acceso a la educación y el empleo.