<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Consejo de Asuntos Generales de la UE autorizó ayer la apertura de las negociaciones para la nueva asociación con Reino Unido y aprobó las directrices que regirán estas conversaciones, en las que se excluye, expresamente, a Gibraltar de “cualquier acuerdo”.</strong></h4> Tanto la decisión del Consejo como las directrices de negociación se basan en una recomendación presentada por la Comisión Europea el pasado 3 de febrero (dos días después de materializarse el <em>Brexit</em>), así como en la declaración política acordada por la UE y el Reino Unido en octubre de 2019 y en las orientaciones del Consejo Europeo sobre las relaciones futuras entre Bruselas y Londres. Una vez autorizadas las conversaciones, corresponderá a la CE acordar con Reino Unido las fechas <strong>de las primeras sesiones de negociación, que podrían celebrarse a principios de marzo.</strong> Por su parte, el <strong>Gobierno español</strong> se mostró “satisfecho” con la aprobación del mandato, que calificó de “suficientemente sólido, equilibrado y amplio para conceder el margen necesario al negociador, Michel Barnier, y su equipo para alcanzar los objetivos deseados”, y aseguró que defenderá <strong>“los intereses de España y de la Unión”</strong> en esta negociación con “el deseo de que conduzca a una relación futura profunda y ambiciosa con el Reino Unido, en beneficio de los ciudadanos y de las empresas europeas”. Asimismo, reiteró “la importancia de garantizar la aplicación eficaz de las disposiciones del Acuerdo de Retirada en materia de derechos de los ciudadanos”. Las directrices (o mandato) para las negociaciones aprobadas ayer por el Consejo -celebrado en Bruselas y en el que España estuvo representada por <strong>el secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba</strong>- indican claramente, en su capítulo correspondiente al alcance territorial del nuevo proceso, que <strong>“cualquier acuerdo entre la Unión y Reino Unido que se negocie en virtud de estas directrices no incluirá a Gibraltar”. </strong>El mandato no hace mención expresa al derecho de veto de España a cualquier acuerdo que se pueda adoptar sobre el Peñón, pero este detalle ya quedó claro en las recomendaciones de la Comisión del 3 de febrero en las que se basan estas directrices. El Consejo aseguró ayer que el objetivo de estas negociaciones es “establecer una <strong>asociación económica</strong> ambiciosa, amplia y equilibrada con el Reino Unido”, con “unas <strong>condiciones equitativas</strong> que permitan una competencia abierta y leal” y con un <strong>acuerdo de libre comercio</strong> “que garantice que no se apliquen aranceles ni contingentes al comercio de mercancías”. En materia de <strong>pesca</strong>, un aspecto que también interesa especialmente a España, el mandato establece que la futura asociación debe mantener “el acceso recíproco existente a las aguas, así como unas cuotas estables”. El acuerdo sobre la pesca debe culminarse el 1 de julio de 2020, a más tardar, a fin de dar tiempo para determinar las posibilidades de pesca una vez finalizado el periodo transitorio. El mandato contiene también disposiciones para la futura cooperación en ámbitos como el comercio digital, la propiedad intelectual, la contratación pública, la movilidad, el transporte y la energía. Asimismo, la UE procurará establecer una <strong>asociación</strong> global <strong>en materia de seguridad</strong> con el Reino Unido que comprenda la cooperación policial y judicial, la política exterior, la seguridad y la defensa.