Luis Ayllón
El ex ministro de Asuntos Exteriores Fernando Morán falleció anoche en Madrid a los 93 años de edad, según informaron a a The Diplomat fuentes de la familia. Había nacido en Aviles en 1926 y se encontraba muy delicado de salud desde hace años.
La capilla ardiente con los restos mortales quedará instalada hoy en el Tanatorio de Pozuelo.
Fernando Morán fue ministro de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno de Felipe González, desde el 3 de diciembre de 1982 al 5 de julio de 1985.
Diplomático de carrera, ocupó diversos puestos en el Ministerio de Asuntos Exteriores, fue cónsul en Londres y, entre 1976 y 1977, director general de Política Exterior para África y Asia Continental.
Se integró en el Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván y posteriormente participó de manera activa en las negociaciones para integrar esa formación en el PSOE. Fue senador por Oviedo y diputado por Jaén hasta su nombramiento como ministro, tras la llegada de los socialistas al poder.
Desde su cargo, fue el responsable de concluir en marzo de 1985 las negociaciones con la Comunidad Europea para el ingreso de España, lo que se produjo en enero de 1986. Asimismo, comenzó la negociaciones para disminuir la presencia militar de Estados Unidos en nuestro país, cuyo resultado fue un nuevo acuerdo en materia de defensa entre Madrid y Washington.
Siendo titular de Exteriores se firmó con el Reino Unido, la Declaración de Bruselas, que sentó las bases para reanudar las conversaciones sobre la soberanía de Gibraltar y posibilitó que el 5 de febrero de 1985 se reabriera la verja que impedía el acceso desde España a la colonia británica.
Su postura contraria al mantenimiento de España en la Alianza Atlántica le enfrentó a Felipe González, que optó por su relevo al frente del Ministerio y su envió como embajador representante permanente a Naciones Unidas.
En 1987 abandonó su puesto de embajador para presentarse a las primeras elecciones al Parlamento Europeo, en las que resultó elegido. Reelegido eurodiputado en 1989 y en 1994, el 23 de marzo de 1999 se despidió del Parlamento de Estrasburgo para dedicarse por completo a su candidatura a la Alcaldía de Madrid. En las elecciones de 1999, Morán perdió frente al ‘popular’ José María Álvarez del Manzano, que logró un tercer mandato. Tras la derrota, el dirigente dejó en julio de 2000 su cargo de concejal y portavoz socialista en el Ayuntamiento, poniendo punto y final a su vida política.
Hace unos meses, el Ministerio de Asuntos Exteriores presentó en un acto en la Escuela Diplomática, un libro para rendir homenaje a la figura de Morán, con el título: «El Lugar de España en las Relaciones Internacionales. XXXIII aniversario de la incorporación de España a la Unión Europea».
Fernando Morán estaba casado con María Luz Calvo-Sotelo Bustelo, hermana del expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, y uno de sus hijos, Fernando Morán Calvo-Sotelo, es también diplomático de carrera y, actualmente, embajador en Argelia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores hizo público esta mañana un comunicado en el que, expresa sus condolencias a familiares y amigos de Fernando Morán, de quien dice que fue «un actor destacado en la transición interior y exterior de España» y recuerda que fue uno de los firmantes de la Constitución de 1978.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lamentó el fallecimiento de Fernando Morán y subrayó que «sus principios y su profundo europeísmo nos dejan un legado imborrable”.
La actual titular del Ministerio de Exteriores, Arancha González Laya, escribió en su cuenta de Twiter : «Yo tenía 16 años cuando vi a Fernando Morán firmar el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea y allí nació mi pasión por Europa. Gracias ministro por tanto, te vamos a echar de menos».
Después, durante una rueda de prensa con su colega de Macedonia del Norte, Nikola Dimitrov, tuvo un «sentido recuerdo» a su antecesor en el cargo y transmitió sus condolencias a la familia. «Fue una persona que representó mucho de lo que hoy es España, una país anclado en la UE y todos hoy le debemos un gran recuerdo», dijo.
También en el Congreso de los Diputados, su presidenta, Meritxel Batet dijo en un receso que “el Congreso siente su muerte, reconoce su trabajo por España y manda su cariño a familia, amigos y compañeros”, unas palabras que fueron correspondidas por un aplauso de los diputados puestos en pie.