<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó ayer que se ha puesto en contacto con España y otros "gobiernos amigos" para trasladarles su propuesta de crear un grupo de "países amigos" que se encargue de favorecer el diálogo en la nación caribeña.</strong></h4> En una rueda de prensa en Caracas, Maduro recordó que ya había propuesto al Gobierno argentino de Alberto Fernández que hiciera gestiones para ayudar al diálogo nacional en Venezuela, y añadió que también ha puesto que ha hecho llegar esa iniciativa a los <strong>Gobiernos de España, México y Panamá</strong> “para que se pueda conformar un grupo de países amigos de Venezuela para ayudar, apoyar, favorecer un diálogo inclusivo y soberano (...) para fortalecer la democracia". El dirigente bolivariano se pronunció por primera vez sobre el encuentro en España entre la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el ministro español de Transportes, José Luis Ábalos,, y lo hizo para decir simplemente, en un cierto tono sarcástico: <strong>"Eso es secreto de Delcy</strong>, ella no me ha contado ese secreto, qué hablo con Ábalos". Mientras, en España, el entorno de Juan Guaidó adoptó ayer una postura más conciliadora en la polémica generada por la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de referirse al dirigente venezolano como “líder de la oposición” en lugar de “presidente encargado” del país. El pasado miércoles, durante un tenso debate en el Congreso de los Diputados promovido por PP, Ciudadanos y Vox sobre el encuentro entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas, <strong>Sánchez se refirió expresamente a Guaidó como “líder de la oposición”. </strong> “Sánchez ha degradado al presidente Guaidó llamándole líder de la oposición, en vez de cesar a Ábalos por reunirse con una torturadora que tenía prohibida su entrada a la UE, por mentir impunemente y por echar la culpa a la Policía Nacional<strong>”</strong>, declaró en Twitter el líder del PP, <strong>Pablo Casado</strong>, tras el debate parlamentario. Hace un año, en febrero de 2019, el Gobierno español encabezó la reacción de los Gobiernos del mundo que reconocieron al presidente de la Asamblea Nacional Venezolana como “presidente encargado de Venezuela” e incluso aceptó a Antonio Ecarri como representante especial (“enviado personal”) de Guaidó en España, aunque manteniendo la relación diplomática con el régimen de Nicolás Maduro, que es quien tiene acreditado oficialmente en España a un embajador. Precisamente, el propio <strong>Ecarri </strong>declaró ayer en su cuenta de Twitter que <strong>“Juan Guaidó es el presidente encargado, constitucionalmente, por la Asamblea Nacional y líder de la oposición al régimen usurpador. No hay ninguna contradicción”. </strong> Estas palabras coincidieron con las pronunciadas el jueves por la noche en Nueva York por la ministra de Asuntos Exteriores, <strong>Arancha González Laya</strong>, en las que afirmó que <strong>“el señor Guaidó es dos cosas a la vez” </strong>y recordó que España lo ha reconocido como “presidente encargado”, un título “que se ha hecho a la medida de la situación en Venezuela”. La insistencia de los periodistas sobre el tema provocó un enfado visible de la ministra, que aseguró que ya había todo lo que tenía que decir sobre el asunto. Por otra parte, fuentes diplomáticas españolas aseguraron ayer que <strong>el Ministerio de Asuntos Exteriores ha mantenido “conversaciones informales con el entorno de Ecarri” en el curso de las cuales “se ha trasladado que la política de España en torno a Venezuela no ha cambiado”</strong>. “No ha habido una consulta formal ni, por lo tanto, una respuesta oficial”, precisaron.