Eduardo González
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y su homólogo griego, Nikos Dendias, defendieron ayer la ampliación de la UE a los Balcanes Occidentales siempre y cuando los países aspirantes cumplan las condiciones para ello y rechazaron la violación del embargo de armas en Libia por parte de Turquía.
“España y Grecia apoyan la ampliación de la UE”, una ampliación que, “desde el punto de vista español”, debe “responder a los avances de nuestros socios en su camino a la UE”, declaró González Laya durante la rueda de prensa posterior a la reunión bilateral, que tuvo lugar en el Palacio de Viana en Madrid.
Por su parte, Dendias afirmó que el proceso de adhesión en los Balcanes Occidentales es “único e importantísimo para la paz y la estabilidad en la zona” y pidió que “no se retrase la reciente propuesta de la Comisión para reforzar el proceso de adhesión”. “Para Grecia y España, ha quedado claro que la perspectiva es que estos países cumplan las condiciones para su adhesión a la UE”, prosiguió.
El pasado mes de octubre, Francia, Países Bajos y Dinamarca rechazaron el inicio de conversaciones con Macedonia del Norte y Albania y paralizaron, con ello, el proceso de ampliación a los Balcanes Occidentales. En un intento por desbloquear la situación, la Comisión Europea presentó el pasado miércoles una propuesta para endurecer las condiciones para la adhesión a la UE y pidió a los Estados miembros que la apoyen antes de la Cumbre Unión Europea-Balcanes Occidentales que tendrá lugar en Zagreb los días 6 y 7 de mayo. El objetivo de Bruselas es desbloquear el inicio de negociaciones con Albania y Macedonia del Norte, por considerar que ya reúnen las condiciones para ello.
Por otra parte, los dos ministros de Asuntos Exteriores coincidieron ayer en reclamar a Turquía el respeto del Derecho Internacional y del embargo de armas en Libia, tras la decisión del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan de reforzar su presencia militar en el país norteafricano para apoyar al gobierno de Acuerdo Nacional del primer ministro Fayez al-Sarraj, apoyado por Naciones Unidas. Esta decisión podría violar el acuerdo de la Conferencia de Berlín sobre Libia del pasado 19 de enero, en la que Rusia, Turquía, Egipto, Estados Unidos, Unión Europea, Alemania, Italia y Francia apoyaron un alto el fuego permanente y un embargo de armas verificable.
“El Gobierno español desea, en primer lugar, el máximo respeto a las reglas del Derecho Internacional, una cuestión absolutamente innegociable, y, como miembro de la familia del Mediterráneo, desea unas relaciones de buena vecindad, y cuando veamos que no hay un comportamiento de buena vecindad, no dudaremos en decírselo a quien nos parezca que así la hace, a veces visiblemente y a veces de manera más discreta”, advirtió González Laya. “Hacemos un llamamiento a las partes en conflicto a buscar la paz y la estabilidad y a reducir la escalada violenta, y a los países terceros con intereses en Libia a hacer todo lo posible para contribuir a una solución en Libia, a parar la escalada militar y a respetar el embargo de armas acordado en Berlín”, prosiguió.
Por su parte, Dendias advirtió de que “el comportamiento de Turquía afecta a la paz y la seguridad en el Mediterráneo” y aseguró que “el acuerdo entre Turquía y Libia es ilegal, carece de fundamentos, viola los acuerdos con la ONU sobre embargo de armas a Libia y torpedea la paz en el Mediterráneo”.