Eduardo González
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, aprovechó ayer la toma de posesión de los cuatro nuevos secretarios de Estado del Ministerio para destacar el papel “increíblemente grande” que puede jugar España en Europa y para reclamar que la política exterior se convierta en “una política de Estado”.
Durante la ceremonia prometieron sus cargos la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach; el secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba; la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau; y el secretario de Estado de la España Global, Manuel Muñiz.
“Con este equipo vamos a avanzar por el camino que recorrieron vuestros predecesores, defendiendo los valores, la democracia, el respeto a los derechos humanos y el multilateralismo, y debemos conseguir, a pesar de las fuerzas que nos van a intentar llevar en otra dirección, que la política exterior sea una política de Estado”, declaró la ministra, quien pidió un aplauso a los secretarios de Estado salientes (Fernando Valenzuela, Juan Pablo de Laiglesia, Irene Lozano y Marco Aguiriano) por haber contribuido a “situar a España en el lugar que le corresponde en Europa y en el mundo”.
Asimismo, González Laya animó a Gallach a “reforzar los lazos con América Latina, afianzar la presencia española en el continente asiático y mantener la mirada constante al continente africano”, y aseguró, dirigiéndose a González-Barba, que durante su reciente viaje de trabajo a Bruselas pudo constatar que “la expectativa en Europa sobre el rol que España puede jugar es increíblemente grande”.
Por su parte, Cristina Gallach aseguró que, en estos “momentos muy difíciles en el entorno internacional”, la diplomacia y la acción exterior “deben adecuarse, movilizarse, actuar con eficacia” y seguir “la senda de compromiso con los países amigos y aliados”. Asimismo, Juan González-Barba afirmó que España, «uno de los países con más vocación europeísta”, debe contribuir a “dar un renovado empuje a la UE después de décadas de introspección, de crisis del euro, crisis de los refugiados, surgimiento de fuerzas antieuropeístas y, finalmente, Brexit”.
En su intervención, Ángeles Moreno celebró que, con los últimos nombramiento, se haya roto “el techo de cristal” en el acceso de mujeres a altos cargos y expresó su deseo de que “en esta legislatura” se recupere el 0,5% del PIB para ayuda humanitaria. Asimismo, defendió, como plan de trabajo para su nuevo cargo, “una reforma de la legislación en materia de cooperación, una revisión de los instrumentos financieros y un repaso de la arquitectura administrativa de trabajo”.
Por su parte, Manuel Muñiz afirmó que su llegada al cargo se produce en un “momento verdaderamente extraordinario en las relaciones internacionales, con un colapso de la arquitectura internacional, una erosión de las estructuras de gobernanza creadas tras la Segunda Guerra Mundial y un ascenso de los nacional-populismos”.