The Diplomat
El Ministerio de Asuntos Exteriores recordó ayer en un comunicado a las 37 personas que fallecieron en el asalto y quema de la Embajada de España en Guatemala, sucedido hace 40 años, el 31 de enero de 1980. En el comunicado, reivindica también la figura del entonces embajador, Máximo Cajal, de quien asegura que tuvo una actuación “intachable y responsable” y considera que fue “injustamente agraviado” durante años.
Exteriores señala que el ataque fue una «flagrante violación» de la inmunidad diplomática de la Embajada, perpetrada por agentes del Estado de Guatemala, donde imperaba el Gobierno militar del general Fernando Romero Lucas García. Como consecuencia de ello, España rompió relaciones diplomáticas con Guatemala y no las restableció hasta 1984. Entre las víctimas mortales del asalto se encontraban el entonces cónsul español Jaime Ruíz del Árbol y otros dos españoles, Luis Felipe Sanz y María Teresa Villa., así como el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Cáceres Lehnhoff y el excanciller Adolfo Molina Orantes, quienes se encontraban de visita en la sección consular.