<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, aseguró ayer, en el mismo día en que se cumplía el plazo para el <em>Brexit</em>, que tanto Londres como la Unión Europea tienen “voluntad, energía y buena fe” para llegar a un acuerdo sobre su relación futura sin necesidad de prolongar el periodo transitorio, aunque reconoció que “el calendario es muy corto”.</strong></h4> <strong>“Hoy es un día histórico y de sentimientos encontrados”</strong>, afirmó el embajador durante un desayuno informativo organizado por Europa Press y BDO en Madrid. “Reino Unido sale de la UE, pero no de Europa” y, aunque, “por supuesto, habrá cambios, también habrá continuidad en las posturas internacionales de Reino Unido, un país abierto al mundo, solidario y comprometido que va a ser vuestro vecino y aliado más firme y sólido”, prosiguió. Según el embajador, <strong>el Gobierno británico mantiene una “sintonía formidable” con “la política internacional del nuevo Gobierno español</strong>”. “La ministra Arancha González Laya habla de la importancia de defender la democracia, los derechos humanos, la igualdad de género y de contribuir al desarrollo económico y el secretario de Exteriores de mi Gobierno, Dominic Raab, mi jefe, es igual de tajante en que nuestro país seguirá comprometido con el libre comercio, la democracia, los derechos humanos y el orden internacional”, prosiguió. <h5><strong>Las negociaciones: “voluntad, energía y buena fe”</strong></h5> La parte más importante de la intervención del embajador estuvo dedicada, obviamente, a las negociaciones que se abren a partir de la semana sobre la relación futura entre Reino Unido y la Unión. “Somos la nación más comprometida con el libre comercio y <strong>queremos un acuerdo ambicioso con nuestro socio más importantes a nivel global”, incluido un acuerdo comercial que contemple “cero cuotas y cero tarifas y minimice los trámites para el flujo de bienes y mercancías”. </strong>“Entendemos la negociación con ambición, con <strong>energía, voluntad y buena fe</strong>”, declaró. “Existe la voluntad política necesaria para alcanzar estos acuerdos, somos el país amigo y aliado más próximo”, añadió Elliott. <strong>“Hay que reconocer que el calendario es muy corto”</strong> y llegar a acuerdos “en menos de un año” –el periodo transitorio concluye el 31 de diciembre- “supone un reto, pero con voluntad política estamos convencidos de que es posible”, aseguró el embajador, quien recordó, al respecto, que <strong>el Gobierno de Boris Johnson ”ha dejado muy claro que no va a solicitar una prórroga”</strong> y que el “compromiso de terminar este año está muy claro”. <h5><strong>Pascual Marco y Fonseca proponen una prórroga</strong></h5> El optimismo del embajador se vio bastante atemperado por el resto de los intervinientes. Es el caso del <strong>director general de Integración y Coordinación de Asuntos Generales de la UE del Ministerio de Exteriores, José Pascual Marco</strong>, quien afirmó que se trata de un “objetivo muy ambicioso para nueve meses” e incluso invitó a los británicos a que soliciten, el próximo mes de junio, <strong>“una prórroga del periodo transitorio de uno o dos años”</strong>, ya que, con el calendario actual, el acuerdo debería quedar cerrado en octubre antes de que se proceda a su ratificación antes del 31 de diciembre, lo cual podría crear "otro problema”. Asimismo, aseguró que “España no va a entrar en la negociación con el cuchillo entre los dientes” porque el objetivo “no es un acuerdo de suma cero”, y advirtió de que una de las prioridades del Gobierno español es que se generen unas “condiciones de competencia razonables”, porque “detrás del Canal de la Mancha se sumerge un socio y emerge una gran potencia tercera”. Pascual Marco también expresó su deseo de que se alcance “un acuerdo lo más ambicioso posible” que incluya todo lo que afecta a “las relaciones con una gran potencia” como Reino Unido, como “la economía, pero también la seguridad, la política exterior y la defensa”. “Nuestro interés no es un acuerdo deslavazado, sino un acuerdo global, que puede ser <strong>un acuerdo de asociación</strong>, que incluya paquetes sobre acuerdos sectoriales”, añadió. Por su parte, <strong>el director de la representación de la Comisión Europea en España, Francisco Fonseca</strong>, advirtió de que conseguir un acuerdo “de cero cuotas, cero tarifas y, añado, cero dumping” en sólo un plazo de nueve meses supone “un desafío monumental”. <strong>“El momento clave será junio, cuando el Consejo Europeo vea los avances y discuta con Reino Unido si conviene una prórroga”</strong>, explicó. “Voluntad, energía y buena fe están bien, pero los milagros no son posibles”, añadió. El <strong>secretario general del Círculo de Empresarios, Alfredo Bonet</strong>, también consideró “difícil llegar a un acuerdo tan ambicioso en nueve meses”, sobre todo un acuerdo que incluya <strong>”</strong>reglas que permitan una competencia real a ambos lados del canal<strong>”</strong>, y llamó la atención sobre el hecho de que <strong>las negociaciones con la UE coincidan con las negociaciones del Reino Unido para un acuerdo comercial con Estados Unidos</strong>, “con uno ojo en la UE y otro en Estados Unidos”. En respuesta, el embajador aseguró que su país tiene “interés en las dos negociaciones” pero <strong>“para Reino Unido está muy claro que la prioridad es la UE”.</strong> Por su parte, <strong>Arancha González Laya</strong> declaró ayer a <em>Las mañanas de RNE</em> que la nueva fase que se abre con el período transitorio “no va a ser una negociación entre amigos” porque “en negociaciones comerciales no hay amigos, hay intereses que defender".