La Liga es la referencia para millones de aficionados en todo el mundo que semanalmente realizan un amplio seguimiento a través de portales como 888Sport. Por ello sigue mirando hacia el exterior con acciones para aumentar su público.
La configuración de los horarios es un ejemplo de la importancia que la Liga otorga al aficionado extranjero, especialmente aquel procedente de Asia, un mercado con una gran cantidad de público que todavía tiene margen para ser explotado. No es casualidad que éste sea el continente con un mayor número de aficionados. Un estudio reciente señala que unos 500 millones de ciudadanos siguen semanalmente el desarrollo del fútbol español y en líneas generales de audiencias televisivas, cada año unos tres millones de espectadores han visto por televisión los partidos de la Liga. Casi cien millones se encuentran en Europa, una cifra que se ría récord si no fuera por los 240 procedentes de la región de Asia y Pacífico.
Este dato es la excusa perfecta para que los organizadores de la competición busquen en el mercado asiático fórmulas para aumentar sus ingresos y difundir su producto. Cambiar las tradicionales horas de los partidos para adaptarlos al horario de esta región, la búsqueda de patrocinios de empresas ubicadas en esta zona o la celebración de partidos amistosos, por parte de los clubes más grandes, Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, son algunas de las medidas llevadas a cabo para conseguir este objetivo. Aunque sería un error por su parte focalizar toda la atención en esta zona, pues los niveles de seguimiento del fútbol español en Centroamérica y América del Sur está muy parejos a los presentes en el continente europeo, con en torno a cien millones de aficionados.
De forma paralela a los proyectos de expansión de la Liga en Asia, se han centrado otros esfuerzos en ampliar el mercado en Norteamérica, un objetivo arduo complicado debido a la gran tradición por sus deportes entre el público yankee, entre los que no se encuentra el fútbol, y la gran competencia existente. Cada semana hay en EEUU decenas de partidos de alto nivel de baloncesto, béisbol, hockey sobre hielo o fútbol americano.
Tratar de hacer hueco al fútbol español entre estos cuatro gigantes resulta un reto bastante complicado. La Liga intentó organizar un partido de su competición en terreno estadounidense, pero la Real Federación Española de Fútbol, organismo con el que mantiene un enfrentamiento público, utilizo sus armas legales para frenar esta idea. La iniciativa de crecer hacia el mercado norteamericano no ha sido exclusivo de la competición, pues los clubes también han tratado de acercarse a este tipo de aficionados con la celebración de partidos amistosos de gran nivel. El Real Madrid es uno de los principales impulsores del crecimiento hacía Norteamérica y ha organizado en su suelo sendos enfrentamientos ante el FC Barcelona y Atlético de Madrid con el objetivo, no solo de obtener una inyección económica directa de bichos dentro, sino también de difundir su imagen de marca y expandir su producto de cara a futuras relaciones sociales y comerciales. A día de hoy, el fútbol español tiene treinta millones de seguidores en Norteamérica, una cifra importante pero que tiene margen de mejora.