<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El próximo sábado 1 de febrero, el Reino Unido dejará de ser miembro de la Unión Europea y alrededor de 360.000 británicos residentes en España perderán automáticamente su condición de ciudadanos europeos.</strong></h4> Así lo recordó ayer EuroCitizens, la asociación que defiende los derechos de ciudadanos afectados por el <em>Brexit </em>en España y que a lo largo del último mes ha mantenido sendas reuniones con la Embajada del Reino Unido en Madrid y con representantes del Gobierno español para intentar aclarar su futuro. <strong>“El 31 de enero, Reino Unido dejará la Unión Europea después de casi cincuenta años dentro del proyecto europeo. Lógicamente, esto está causando incertidumbre entre los 200.000 españoles que residen en el Reino Unido y entre los 360.000 británicos que viven en España, que perderán automáticamente su condición de ciudadanos europeos”</strong>, declaró la organización en un comunicado. La asociación se reunió el pasado 19 de diciembre con la <strong>Embajada del Reino Unido en Madrid</strong> y, posteriormente, con <strong>representantes de la Administración española</strong> a fin de intentar conocer las medidas que se implementarán en España para cambiar el actual estatus de los británicos, que pasarán de ciudadanos europeos a nacionales de un tercer país protegidos por el Acuerdo de Retirada. Según EuroCitizens, <strong>el Acuerdo de Retirada proporciona “la seguridad” de disponer de un tratado internacional para los cinco millones de europeos residentes en el Reino Unido y para los británicos residentes en la UE</strong>, para quienes el derecho a residir y trabajar en su país de acogida quedará garantizado “de por vida”. Aparte, los británicos que viven en la UE también conservarán los derechos de ciudadanía europea en materia de derecho laboral y seguridad social y los pensionistas británicos podrán seguir disfrutando de la asistencia sanitaria en España y de la subida automática de sus pensiones británicas. No obstante, según la asociación, <strong>el Acuerdo de Retirada no incluye</strong> <strong>“derechos clave” para los británicos en España</strong>, como la libre circulación dentro de la UE, lo cual “afectará de manera desproporcionada a los jóvenes y a los profesionales”. Aparte, los británicos no tendrán la opción de ir a estudiar o trabajar en otro país de la Unión Europea sin poner en peligro su derecho de residencia en España, algunas profesiones (como intérpretes, informáticos, abogados, cocineros o músicos) no podrán, “en principio”, ofrecer sus servicios fuera de España y, en el caso de los abogados con título británico, ni siquiera podrán ejercer en territorio español. Por ello, según EuroCitizens, <strong>“la obtención de la nacionalidad ofrece una forma de salvaguardar (e incluso aumentar) los derechos de un ciudadano”, pero “existe un desequilibrio entre España y el Reino Unido en este ámbito”</strong>, ya que en Gran Bretaña se requieren cinco años de residencia para solicitar la nacionalidad británica y se tarda seis meses en obtenerla, mientras que en España “los británicos requieren diez años de residencia y el proceso de solicitud y concesión es mucho más largo”.