<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) difundió ayer un comunicado en el que defiende la actuación de sus dos compañeros de la Embajada en Bolivia expulsados la pasada semana del país por el Gobierno boliviano, tras un incidente en la residencia de la embajadora mexicana.</strong></h4> La ADE, que agrupa a más del 75 por ciento de los funcionarios de la Carrera Diplomática, subraya que la encargada de Negocios, Cristina Borreguero, y el cónsul en La Paz, “como el resto de los compañeros son profesionales de la función pública que sirven al Estado y desarrollan su trabajo de acuerdo con la ley, los principios constitucionales de objetividad, jerarquía y eficacia, y conforme a las instrucciones recibidas, y en ningún caso de espaldas al Departamento". "Todo ello -agrega el comunicado- con plena adecuación al Derecho Internacional y particularmente a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”. ADE afirma que ambos diplomáticos "tienen una impecable trayectoria profesional" y que su declaración de 'persona non grata' por parte de Bolivia se ha producido "a causa de medidas unilaterales y hostiles adoptadas por el Gobierno transitorio de Bolivia que nada tienen que ver con su valía ni con el normal desempeño de sus funciones diplomáticas en aquel país". El incidente se produjo porque, cuando visitaron la Embajada de México, los diplomáticos iban acompañados de policías españoles y el Gobierno boliviano dio credibilidad a las sospechas de vecinos de que podían estar intentando sacar de la Embajada a varios ex altos cargos del Gobierno de Evo Morales que se han refugiado allí. En Madrid, el Ministerio de Asuntos Exteriores negó que el objetivo de la visita fuese sacar a personas de la Embajada y anunció el envío de una misión para llevar a cabo una “investigación” sobre lo sucedido. En cualquier caso, al producirse la expulsión de los diplomáticos y el regreso de los policías españoles a nuestro país, el envío de la misión fue cancelado y, al parecer, su trabajo está siendo realizado en España. El Gobierno se comprometió a que la ministra responsable de Exteriores en ese momento, la titular de Defensa, Margarita Robles, diera posteriormente explicaciones en el Congreso. Según la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, Robles le dijo por teléfono que no había autorizado esa visita a la Embajada mexicana. El uso del término “investigación” para tratar de aclarar el incidente, según fuentes solventes consultadas por The Diplomat, no ha sido muy bien recibido entre los diplomáticos del Ministerio, que han decidido emitir el comunicado para resaltar la profesionalidad de sus compañeros. Las mismas fuentes indicaron que, aunque la ministra haya afirmado que no autorizó la visita a la residencia de la embajadora mexicana, sería muy extraño que los dos diplomáticos actuaran si haber recibido el visto bueno de sus superiores más directos en el Ministerio. En el origen de la iniciativa pudo estar, según otras fuentes consultadas por esta web, una petición de la Delegación de la Unión Europea en La Paz para tratar de ayudar a México y a Bolivia en la crisis que viven tras el refugio concedido en la Embajada azteca a varios ministros de Evo Morales.