<strong>Luis Ayllón</strong> <h4><strong>La ministra de Defensa en funciones y encargada del Ministerio de Asuntos Exteriores, Margarita Robles, habló por teléfono el pasado sábado con la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, para tratar de rebajar la tensión creada entre los dos países, según informaron a <em>The Diploma</em></strong>t<strong> fuentes diplomáticas.</strong></h4> Longaric remitió el mismo sábado una <strong>nota oficial a Robles</strong>, en la que le insta a "<strong>que sea la última vez que su Gobierno permita (que) se violen normas internacionales" </strong>en relación al incidente del pasado viernes, cuando policías bolivianos impidieron a dos coches diplomáticos españoles entrar en la residencia de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, para recoger a la encargada de Negocios de España, <strong>Cristina Borreguero</strong>, y al cónsul<strong>, Álvaro Fernandez</strong>, que habían entrado una hora antes en esas dependencias. "Esperamos que sea la última vez que su Gobierno permita (que) se violen normas internacionales y de cortesía diplomática", apunta la nota de Longaric, que traslada la protesta "enérgica" por lo que considera un "atropello", según la agencia de noticias boliviana <em>Fides</em>. Las fuentes consultadas por <em>The Diplomat</em> indicaron que la tensión habría disminuido, después de que la ministra insistiera ante su colega boliviana en que la visita de los diplomáticos españoles y de los miembros de la seguridad de la Embajada española que les fueron a recoger, no tenía por objetivo facilitar la huida de ninguno de las personas que se encuentran asiladas en la Embajada de México, todas vinculadas al anterior Gobierno de Evo Morales. Sobre cuatro de ellas, antiguos ministros, pesan órdenes de detención. Se trata del <strong>exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana; la exministra de Culturas Wilma Alanoca; el exgobernador de Oruro Víctor Hugo Vásquez y el exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC) Nicolás Laguna.</strong> Robles también <strong>se ha puesto en contacto con Cristina Borreguero</strong>, que se encuentra al frente de la Embajada, como encargada de Negocios ad interim, por estar de vacaciones el embajador, Emilio Pérez de Ágreda. La ministra habría pedido a la diplomática <strong>explicaciones</strong> sobre su decisión de acudir a la residencia de la Embajadora mexicana, una iniciativa que, al parecer, no era conocida por la propia Margarita Robles. Las fuentes consultadas no especificaron cuál fue el objeto concreto de la visita que, oficialmente, ha sido calificada por el Gobierno español como “de cortesía”, pero que <strong>podría estar relacionada con alguna iniciativa a nivel europe</strong>o. Precisamente, el <strong>delegado de la Unión Europea en La Paz es el diplomático español León de la Torr</strong>e, que ha tenido en las últimas semanas un papel activo en intentos de mediación entre las autoridades interinas de Bolivia y el antiguo Gobierno de Morales. Las conversaciones de la ministra no han podido ser confirmadas por <em>The Diplomat</em> en la Oficina de Información Diplomática, ya que, pese a las duras acusaciones que miembros del Gobierno interino de Bolivia han lanzado contra España, el Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene un perfil bajo de respuesta. La reacción se ha limitado a dos escuetas notas en las que se rechaza que se haya intentado favorecer la salida de los asilados y se anuncia el envío de un funcionario de la Inspección General de Servicios para que lleve a cabo una investigación sobre lo sucedido.