<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Ministerio de Asuntos Exteriores ha acordado abrir una investigación en relación con los hechos ocurridos ayer durante la visita de la encargada de Negocios de España en La Paz, Cristina Borreguero, a la embajadora de México en la capital boliviana, María Teresa Mercado, según informó anoche la Oficina de Información Diplomática.</strong></h4> La versión del Gobierno boliviano, ofrecida en una rueda de prensa de la canciller interina, Karen Longaric, es que funcionarios de la Embajada española que iban "encapuchados" y "presumiblemente armados", intentaron entrar en la Embajada mexicana, que se encuentra custodiada por las Fuerzas de Seguridad de Bolivia. Por ese motivo, Longaric anunció una nota verbal de protesta ante el Ministerio de Asuntos Exteriores español, al considerar que se había cometido “un atropello” a la soberanía de Bolivia, y se violaba la Convención de Viena. Longaric llegó a decir en su comparecencia que se investiga si los encapuchados formaban parte de un plan para ayudar a fugar del país a las exautoridades bolivianas, entre ellas el ex ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, que tienen asilo en la Embajada mexicana. Por el contrario, el Gobierno de México, según informa Efe, denunció que los policías bolivianos que mantienen vigiladas las sedes diplomáticas mexicanas bloquearon la salida de la encargada de Negocios y del cónsul español en La Paz, Álvaro Fernández, que habían mantenido una “reunión de cortesía” de 40 minutos con la embajadora mexicana en la residencia de esta. Según la Cancillería mexicana, los dos diplomáticos españoles estuvieron más de una hora esperando a poder abandonar la residencia porque la policía boliviana impedía el paso de sus chóferes, con quienes no podían comunicarse. Siempre según la nota de la Cancillería mexicana, los diplomáticos fueron informados de que sus coches habían sido detenidos en el acceso de la urbanización hacia la residencia de México y que no se les permitía la entrada. Cristina Borreguero logró comunicarse entonces con representantes del Ministerio de Exteriores de Bolivia que "le indicaron que debían bajar a pie hasta la urbanización", algo que los españoles se negaron a hacer "sin sus elementos de seguridad". "Más tarde -indica la nota de las autoridades mexicanas- los visitantes españoles fueron informados por la Cancillería de Bolivia que un coche de esa dependencia entraría por ellos, lo cual aceptaron. El automóvil llegó poco más de una hora después". El pasado jueves, el ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrad, informó de que el Gobierno de su país denunciará el hostigamiento de fuerzas de seguridad a sus sedes diplomáticas en Bolivia, ya que desde el 23 de diciembre se instalaron alrededor de 90 policías y soldados del Ejército frente a sus sedes diplomáticas. La aparición de fuerzas de seguridad bolivianas en la Embajada de México surge después de que el pasado 15 de noviembre el país norteamericano recibiera a nueve solicitantes de asilo en su Consulado y en la residencia de la embajadora en La Paz.