<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>Hugh Elliot</strong>, que se hizo el pasado verano cargo de la Embajada británica, ha expresado, en su cuenta de Twitter el deseo de localizar a la española que le acogió en su casa de Burgos cuando se vio en un apuro durante su primer viaje a España, en 1984. <a href="https://twitter.com/HughElliottUK?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong>A través de vídeo, ante la antigua estación burgalesa</strong></a>, Elliot recuerda lo que le sucedió en ese viaje, que le había llevado desde Carcassone, en Francia, hasta Burgos. Aunque él llegó, su bicicleta, con la que pensaba llegar hasta un camping y dormir en su tienda de campaña, se perdió por el camino. En esa apurada situación, comenta que decidió ir "al bar a reflexionar" y allí coincidió con un joven canadiense, <strong>Eli Rubenstein</strong>, que había ido a visitar a su novia, <strong>Lourdes Arnaiz</strong>. Cuando la joven llegó ofreció a Elliot alojarse en su casa junto a ella y su hermano y regresar al día siguiente a la estación a por la bicicleta. Sin embargo, la bicicleta no llegó hasta pasados cinco días, durante los cuales, Lourdes Arnáiz siguió acogiéndolo en su casa. “Yo, un desconocido, estuve cinco días comiendo en familia y sin que me dejaran pagar nada. ¿En cuántos países se habría acogido a un forastero así?", relata el actual embajador británico, quien asegura que esa historia “maravillosa y singular” está en el origen de su afecto por España y el pueblo español. El diplomático termina su vídeo haciendo un llamamiento: "Si todavía estás aquí, Lourdes, te digo gracias de nuevo y me encantaría decírtelo en persona". Hugh Elliot, que está casado con una española y ya estuvo destinado en la Embajada británica en Madrid en los años noventa presentó sus cartas credenciales en septiembre y la pasada semana realizó una visita a Burgos y Bilbao.