<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores en funciones y próximo alto representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Josep Borrell, advirtió ayer en Bruselas de que “el populismo y el nacionalismo están erosionando la democracia”.</strong></h4> “La democracia es una gran palabra y un gran labor”, afirmó Borrell (haciendo un juego de palabras en inglés con los términos <em>word</em> y <em>work</em>) durante la presentación del informe <em>The Global State of Democracy</em>, organizado por el Institute for Democracy and Electoral Assistance (IDEA), en Bruselas. “El aspecto más importante de una democracia es el respeto del Estado de derecho en que se basa. Aquel o aquella que se considere por encima de la ley estará despreciando el sistema democrático”, advirtió. <strong>“Yo recuerdo mi vida bajo una dictadura militar y hemos olvidado lo horrible que es vivir en un país sin separación de poderes”</strong>, añadió. “Existen motivos legítimos por la que se pierde la confianza en la democracia, como la desinformación, la manipulación electoral, la brecha entre políticos profesionales y ciudadanos, las elecciones improvisadas y la falta de respeto al Estado de derecho, y la respuesta a todo ello, es mejorar la democracia”, prosiguió. “El populismo y el nacionalismo están erosionando la democracia” y las personas que viven en democracia “tienen la responsabilidad de defenderla”, manifestó. El <a href="https://www.idea.int/sites/default/files/publications/el-estado-de-la-democracia-en-el-mundo-y-en-las-americas-2019.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong>informe</strong></a> presentado ayer en Bruselas revela que Europa es “la segunda región más democrática del mundo”, sólo por detrás de América del Norte, e indica que, “de las 21 democracias del mundo que registran un desempeño alto” en los principales atributos de una democracia, “14 están en Europa”. “La mayoría (11) son democracias antiguas de Europa del Norte y Occidental, mientras que una está en Europa del Sur (<strong>España</strong>) y otras dos (Eslovenia y Estonia), en Europa Central y Oriental”, prosigue. No obstante, el documento advierte también de que <strong>Europa “ha experimentado un descenso en su calidad democrática en los últimos diez años”</strong> a causa de una disminución en factores como el control al Gobierno, las libertades civiles, la integridad de los medios de comunicación y la participación de la sociedad civil, a lo que se une “una oleada populista” generada por la disminución de la confianza en los partidos políticos, la crisis de representatividad, el aumento de las disparidades socioeconómicas y “la brecha entre las expectativas de los ciudadanos respecto a lo que la democracia puede aportar y el desencanto debido a la percepción de que la democracia no proporciona bienestar para todos”.