<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Los españoles asistieron ayer a los primeros tanteos del líder del PSOE, Pedro Sánchez, para tratar de formar Gobierno, una vez conocidos los resultados de las elecciones del pasado día 10, que han dejado un Congreso de los Diputados muy fragmentando y con muchas dificultades para lograr mayorías que permitan gobernar.</strong></h4> <strong>Dimisión de Rivera</strong>. La noticia del día fue la dimisión del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, tras perder 47 escaños, pasando de 57 en los comicios de abril a sólo 10, pero el resto de las formaciones empezaron a tomar posiciones para las negociaciones sobre la formación de Gobierno, que se intensificarán, en una primera fase hasta el 3 de diciembre, fecha prevista para la constitución del nuevo Parlamento. <strong>Gobierno progresista</strong>. Sánchez, cuyo partido fue el más votado, aunque perdió tres escaños mantiene su intención de alcanzar lo que llama un Gobierno de carácter progresista, pensando en contar con el apoyo de Unidas Podemos y Más País, así como del Partido Nacionalista Vasco, del Partido Regionalista de Cantabria, de Teruel Existe, del Bloque Nacionalista Galego e, incluso, de los 10 escaños de Ciudadanos. De esa forma conseguiría su objetivo, aunque PP, Vox y los independentistas de ERC y JxCat votaran en contra, pero parece difícil que Ciudadanos, que, además, está en plena crisis, vaya a respaldar un Gobierno en el que esté Unidas Podemos. <strong>La difícil coalición con Podemos</strong>. De todos modos, las explicaciones del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que habló ante los periodistas tras la reunión de la Ejecutiva, no dejaron claro si habrá una nueva oferta de coalición a la formación de Pablo Iglesias, que no llegó a cuajar después de los comicios del pasado mes de abril. Iglesias sigue pensando que. Aunque haya perdido escaños, está en condiciones de reclamar a Sánchez varias carteras -cinco o seis y, entre ellas, una para él mismo- en el Consejo de Ministros. Sabe que el socialista está ahora más necesitado de su apoyo y va a jugar sus bazas. <strong>Los independentistas catalanes</strong>. Otra opción para el PSOE es pedir el apoyo de los independentistas catalanes o negociar, al menos su abstención, pero eso no sería gratis. Tanto ERC como JxCat reclamarán, entre otras cosas, la liberación de sus dirigentes encarcelados por su participación en el ‘procés’. Ayer, la portavoz de ERC, Marta Vilata, dijo cuando se le preguntó si facilitarían una investidura de Sánchez, que lo que debe hacer el líder socialista es afrontar con responsabilidad la situación en Cataluña: "Sentarse y hablar, si no se sientan y hablan, es imposible hablar de nada más", añadió.Mientras, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, llamó de nuevo a Moncloa para hablar con el jefe del Ejecutivo en funciones y la respuesta que le dieron es que estaba reunido y no podía ponerse. <strong>El papel del PP</strong>. Lo que no se plantean los socialistas es una posible gran coalición con el PP, con el que sumarían 208 escaños, muy por encima de la mayoría absoluta . Tampoco parecen confiar en una abstención de los populares para facilitar su Gobierno. El PP ha dicho que está dispuesto a dialogar, pero no se lo va a poner fácil a Pedro Sánchez y ya ha anunciado que para plantearse facilitar la formación de Gobierno, pediría la cabeza del actual líder socialista, algo que resulta impensable. <strong>Los deseos de Vox</strong>. Además, el líder del PP; Pablo Casado, sabe que una decisión en ese sentido, dejaría el campo despejado a Vox para convertirse, con sus 52 escaños y al alza, en el principal partido de la oposición. De hecho, el líder de la formación derechista, invitó ayer a PP y Ciudadanos a abstenerse para permitir gobernar a Pedro Sánchez, al tiempo que descartó cualquier acción de su partido en el mismo sentido, porque, -afirmó- “la gobernabilidad no es responsabilidad de Vox y los españoles nos han votado para que hagamos oposición”.