<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores en funciones y próximo alto responsable de Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la UE, Josep Borrell, advirtió ayer de que “la respuesta al <em>América First</em>” de Donald Trump debería ser “una Europa más unida” y con más “competencias en política exterior, seguridad y defensa”.</strong></h4> <strong> </strong> “Los ciudadanos europeos reclaman una Europa que tenga más capacidades y más competencias en política exterior, seguridad y defensa, lo dicen todas las encuestas”, declaró <strong>Josep Borrell</strong>, durante un desayuno informativo organizado por Executive Forum y la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE) en Madrid. “Los ciudadanos europeos entienden, más que sus Gobiernos, que si Europa quiere existir en el mundo debe comunitarizar sus capacidades” y, para ello, es necesario desarrollar una defensa común europea, lo cual requiere de “voluntad política” y de una <strong>“base doctrinal compartida”</strong>, prosiguió. “No tenemos una visión estratégica de cuáles son nuestras amenazas y nuestros riesgos porque <strong>seguimos aferrados a concepciones nacionales, que son absolutamente legítimas y fundamentadas en la historia pero que ya no pueden servir para garantizar nuestra seguridad común en el mundo actual</strong>”, manifestó Borrell, quien, de cumplirse las previsiones, debería asumir su nuevo cargo (que conlleva la Vicepresidencia de la Comisión Europea) el próximo 1 de diciembre. Asimismo, prosiguió, “no hay defensa sin capacidades” y, por tanto, “<strong>no habrá autonomía estratégica europea sin una base industrial y tecnológica a la medida de nuestra ambición”</strong>. El problema, advirtió, es que la defensa europea tiene “un problema clarísimo de racionalidad y eficacia en la inversión, detrás de lo cual se esconden malas políticas y peores prácticas”. Por ejemplo, explicó, el 80% de las licitaciones europeas y el 90% del I+D+i dedicado a defensa y seguridad se llevan a cabo “sobre una base nacional” y, por ello, aunque la inversión de los países europeos en defensa (un 1,4% de su PIB según datos de 2017) es “superior a la de China, muy superior a la de Rusia y solo inferior a la EEUU”, todo el mundo “parece temer a Estados Unidos, Rusia y a China, pero nadie parece temer a la UE porque militarmente es mucho menos relevante”. En resumen, advirtió, <strong>“Europa invierte mal, rematadamente mal”</strong>, en defensa y seguridad. Durante su intervención, el futuro PESC advirtió también de que la UE debe mejorar sus <strong>misiones civiles y militares </strong>para “hacerlas más ambiciosas” y afirmó, al respecto, que, “en algún momento habrá que abordar la creación de <strong>una instancia única de mando y control</strong>" de las misiones y desarrollar la “operatividad de grupos de combate europeos que nunca se han utilizado”.