<h6><strong>Andreu Cornelles</strong></h6> <h4><strong>La Universidad Politécnica de Madrid y la Escuela Diplomática organizaron el pasado miércoles en la ETSI de Caminos, Canales y Puertos, la Jornada Hispano-Rusa titulada “La otra diplomacia: embajadores de la cultura y de la ciencia” que rindió homenaje a tres personalidades españolas que guardaron relación con ambas culturas en los siglos XVIII y XIX: el ingeniero Agustín de Betancourt, el almirante José de Ribas, y el compositor Vicente Martín y Soler.</strong></h4> Agustín de Betancourt fue el fundador del ETSI de Caminos, Canales y Puertos en 1802, y siete años más tarde viajó a la Rusia de Alejandro I, donde fundó la Universidad de Vías de Comunicación de San Petersburgo a semejanza de la madrileña. Además de la labor académica, también destacó por la dirección de importantes obras públicas en todo el país, hasta el punto de que el actual premio institucional del Ministerio de Transporte de la Federación Rusa recibe el nombre de “Medalla Agustín de Betancourt”. Por su parte, el ingeniero militar José de Ribas, aunque renombrado en Rusia como almirante Iósif Mijáilovich Deribás, destacó por ser el fundador de la ciudad de Odesa, cuya calle principal lleva su nombre. Asimismo, contribuyó de forma decisiva a la acción exterior rusa al ser designado por Potemkin como unos de los tres plenipotenciarios que firmaron en 1792 el del Tratado de Jassy, que ponía fin a la Guerra ruso-otomana de 1787-1792 y reconocía la anexión de Crimea al Imperio ruso de Catalina la Grande. Esta misma zarina nombró al compositor Vicente Martín y Soler como director de la Ópera de San Petersburgo en 1788. Durante su estancia en Rusia, el músico español llegó a componer cinco nuevas óperas, algunas de ellas en idioma ruso como “El desgraciado héroe Kosmetovich” en 1789, cuyo libreto fue parcialmente escrito por Catalina. Durante el transcurso del acto, el ministro consejero de la Embajada de la Federación Rusa, Dmitry Sokolov, calificó a los tres egregios como “destacados españoles universales que adquirieron fama al servicio del estado Ruso, y que dejaron una visible huella profunda en la historia de Rusia”. El diplomático ruso expresó también “el orgullo de tenerlos como ejemplo de las históricas relaciones de amistad entre ambos países”. El recuerdo a Agustín de Betancourt fue especial por celebrarse el acto en la institución que fundó. En ese sentido el director de la ETSI de Caminos, Canales y Puertos, Francisco Javier Martín y el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Guillermo Cisneros, recordaron que “el legado que dejó Betancourt nos ha permitido desde hace más de dos siglos una unión fraternal con la Universidad de San Petersburgo”. Finalmente, el autor del libro “Tres Egregios Españoles en la Corte de San Petersburgo”, Carlos Puente, junto con los académicos españoles Daniel Martín y Vera Fuster, y la académica rusa Olga Volosyuk realizaron unas breves semblanzas de los tres egregios españoles detallando sus aportaciones en “el campo de la otra diplomacia”. Ocasión que aprovechó el embajador-director de la Escuela Diplomática, Fernando Fernández-Arias, para recomendar el citado libro por “la importancia de los personajes y el trasfondo histórico que es capaz de recoger el autor en sus páginas”.