Melitón Cardona
Ex embajador de España
El pasado dieciocho de septiembre, el Parlamento europeo aprobó una resolución común sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro del continente que condena expresamente los crímenes cometidos por los comunistas en toda Europa. Su aprobación apenas ha tenido eco en los medios de comunicación españoles, salvo en los de la extrema izquierda, claro está, que la han repudiado tratándola de escandalosa.
La resolución considera que “deben mantenerse vivos los recuerdos del trágico pasado de Europa, con el fin de honrar la memoria de las víctimas, condenar a los autores y establecer las bases para una reconciliación basada en la verdad y la memoria”. Además, “pide a todos los Estados miembros de la Unión que hagan una evaluación clara y basada en principios de los crímenes y los actos de agresión perpetrados por los regímenes comunistas” pidiendo «a todos los Estados miembros que celebren el 23 de agosto como Día Europeo Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo y del Nazismo a escala tanto nacional como de la Unión”, además de señalar que en algunos Estados miembros, incluido el nuestro, siguen existiendo en espacios públicos monumentos y lugares conmemorativos que ensalzan los regímenes comunistas.
Como ha señalado entre nosotros el historiador Guillermo Rocafort, el planteamiento contenido en dicha resolución según el cual las actuales autoridades rusas no han reconocido los crímenes del comunismo no es de recibo: prueba de ello es que el año pasado el Presidente ruso Vladimir Putin inauguró el monumento al escritor Aleksandr Solzhenitsyn, rindiendo así homenaje al mayor crítico del régimen comunista dentro de la Rusia soviética, destacando que era un verdadero y leal patriota.
Habrá que ver el impacto que esta resolución pueda tener en la propia España. De momento, nuestros grandes medios de comunicación la han silenciado y no parece que los partidos de centro y derecha se hayan movilizado en favor de su cumplimiento, aun cuando contiene declaraciones históricas contundentes e insta a los Estados miembros, incluida España, claro está, para que adopten medidas relacionadas con esas declaraciones. No en vano el Tribunal de justicia de la Unión Europea ha declarado que las jurisdicciones nacionales deben tener en cuenta este tipo de declaraciones al interpretar sus disposiciones nacionales para asegurar su puesta en práctica, lo que permitiría claramente la aplicación la Ley de la Memoria Histórica en España a aquellas personas del Frente Popular con ideología socialista y comunista que provocaron la guerra civil, o para solicitar la retirada de los símbolos relacionados con ese periodo. Como de costumbre, nuestra derecha se muestra tímida y acomplejada a la hora de defender valores y derogar normas vejatorias y sectarias.
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