<strong>The Diplomat</strong> <h4> <strong>El Gobierno español convocó ayer al embajador de Estados Unidos en Madrid, Duke Buchan, para transmitirle su"rechazo frontal" al anuncio de aranceles contra productos españoles hecho por la Administración Trump, según un comunicado difundido por el Palacio de la Moncloa.</strong></h4> Buchan fue recibido por el secretario de Estado de la UE, Marco Aguiriano, quien le expuso la posición del Gobierno español que -según el comunicado- “reaccionará de forma inmediata con firmeza y claridad" para defender los intereses de ciudadanos y empresas españoles. El Gobierno insiste en que mantiene una voluntad de acuerdo, pero advierte de que si Estados Unidos rechaza el diálogo, “se activarán todas las medidas legales a su alcance, dentro de marco multilateral y en derecha coordinación con la Comisión Europea y nuestros socios europeos". El Ejecutivo español rechaza "enérgicamente" el anuncio de Estados Unidos de aplicar a partir del próximo 18 de octubre aumentos arancelarios sobre productos europeos, después de que una resolución de la Organización Mundial del Comercio (OMC) haya habilitado a la Administración Trump a hacerlo como consecuencia de las ayudas que ha recibido el fabricante europeo aeronáutico Airbus por parte de países de la UE. Por ello, en su comunicado, Moncloa informa de que si se confirman los aranceles, España pedirá a la Comisión Europea la adopción de acciones inmediatas de respuesta frente a las subidas arancelarias sobre resoluciones anteriores de la OMC que le otorgaban a la UE el derecho de imponer contramedidas por valor de más de 4.000 millones de euros que nunca fueron aplicadas en toda su extensión. "La UE -dice- ha conservado el derecho a restablecer la legislación necesaria para imponer contramedidas de manera inmediata en pleno cumplimiento de las normas de la OMC". Además, el Gobierno va a solicitar a la Comisión Europea de manera inmediata la movilización de recursos financieros comunitarios en el marco de la gestión de crisis para el sector agrícola, con el objetivo de poder atender las medidas necesarias para mitigar los efectos que puedan tener los aranceles sobre el sector productor. Igualmente, pedirá la activación del mecanismo de ayuda para el almacenamiento privado de aceite de oliva, con el que se da una ayuda por tener almacenado el aceite de oliva, cubriendo los costes financieros y de provisión, además de la activación de medidas de promoción de la PAC en terceros países para los productos afectados. En la nota, el Ejecutivo de Sánchez defiende que España ha abogado a lo largo del último año por soluciones "acordadas, equilibradas y satisfactorias para ambas partes en este caso" y recuerda que en unos meses se conocerá una nueva resolución de la OMC dando respuesta a las ayudas que el Gobierno de Estados Unidos podría haber otorgado al rival de Airbus en el país americano, Boeing, lo que podría habilitar a la UE a aplicar aranceles a EE UU. "En esta situación, y existiendo dos paneles 'cruzados', el Gobierno reitera la voluntad de negociar entre EE UU y la UE para llegar a un acuerdo que evite la imposición de medidas perjudiciales para ambas partes. Los conflictos comerciales, además de ser cortoplacistas, no benefician a nadie y perjudican tanto a productores como a consumidores", explica Moncloa. En este sentido, el Ejecutivo señala que estos aranceles se suman a una lista de medidas adoptadas por la administración norteamericana en el último año "contra intereses españoles y europeos", como los aranceles al acero y aluminio, la imposición de aranceles a las aceitunas negras españolas o la reactivación de la Ley Helms-Burton, una medida que considera que contraviene el derecho internacional. El Gobierno español ha hecho hincapié en que "carece de todo sentido que un conflicto sobre la financiación de la construcción de aeronaves civiles derive en una guerra comercial extendida al sector agroalimentario". Por el momento, una de las primeras medidas adoptadas es que el ICEX reforzará la promoción internacional de los sectores afectados, tanto en el propio mercado de Estados Unidos, como en mercados alternativos de rápido crecimiento y alto potencial. En el caso de Estados Unidos, que es ya el mercado en que ICEX realiza el mayor número de acciones relacionadas con alimentos, vinos y gastronomía, la promoción en ese mercado se centrará especialmente en segmentos de alto valor añadido, con el objetivo de paliar el impacto que tendrá el alza en los precios de estos productos sobre la demanda de los consumidores estadounidenses.