<strong>The Diplomat</strong> <h4><strong>España no desea que Irán se descuelgue del acuerdo nuclear de 2015 porque lo considera un instrumento valioso para todo el mundo y un útil para la seguridad. Así se lo expuso ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al presidente iraní, Hasan Rohani, con quien se entrevistó en Nueva York, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU, según señalaron fuentes gubernamentales.</strong></h4> Las mismas fuentes indicaron que Sánchez, que transmitió a Rohani el respaldo español a la posición europea, le pidió que haga todos los esfuerzos posibles por mantener el pacto nuclear suscrito en Viena el 14 de julio de 2015 entre Irán, Francia, Reino Unido, Rusia, China, Alemania, la Unión Europea y Estados Unidos, y del que la Administración de Donald Trump se desvinculó en 2018. El encuentro se celebró, según las fuentes informantes, en un ambiente de cordialidad, aunque cada uno expuso claramente sus posiciones. Aunque no se abordó el ataque con drones contra varias refinerías en suelo saudí el 14 de septiembre, en la reunión, Sánchez destacó la importancia que tiene Irán como actor regional en la mediación de conflictos y su posición para lograr estabilización región y para erradicar la violencia. Irán, indican desde Moncloa, puede ejercer un "rol de moderación y de control", un "ascendente" sobre diversos grupos de su región. También indicaron que el jefe del Ejecutivo no se ofreció como mediador, pero sí le dijo a Rohaní que España es un país con el que se puede hablar y mantener una relación como la que tiene Irán con otros países europeos. La reunión de Sánchez con Rohani se llevó a cabo a iniciativa del Gobierno español en un afán por contribuir a la distensión y que fue rápidamente aceptada por Irán según las mismas fuentes. En el encuentro se conversó también sobre las relaciones bilaterales y Rohani expuso el deseo de su país de aumentar los lazos de cooperación cultural. Por otra parte, el presidente del Gobierno se entrevistó, igualmente en Nueva York, con el presidente de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi, con quien habló sobre el movimiento yihadista presente aún en Libia y el Sahel y sus causas profundas.