Enrique Miguel Sánchez Motos
Administrador Civil del Estado
Etimológicamente, esquizofrenia significa mente dividida, mente que se contradice sin ser consciente de ello. Suele caracterizarse por conductas anómalas y una percepción alterada de la realidad. Es lo contrario al llamado sentido común, que se basa en principios obvios, tales como que para llegar a acuerdos hay que hablar con las otras partes, que todas deben hacer concesiones y que lo que se firma se debe cumplir. Los pactos de centro derecha PP, Ciudadanos y Vox presentan claros síntomas de esquizofrenia, tremendamente llamativos, muy superiores a los que presentan los pactos entre PSOE y Podemos. Los hechos son evidentes.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, firmó, el día 15 de junio a las 4 de la madrugada, con el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, un pacto para conseguir la investidura de alcaldes del PP. En menos de 24 horas, el nuevo alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, lo incumplió, dejando a Vox fuera de su equipo de gobierno. Fue algo impensable, increíble e inaceptable que dejó malparado, en sus inicios políticos, al renovado PP de Casado.
Al grave incumplimiento del PP se han añadido las intransigencias de Ciudadanos, partido que aún no ha definido si quiere ser de centro derecha o de centro izquierda. Cs le ha puesto, por ahora, una línea roja plena y total a Pedro Sánchez, que ha hecho méritos para ello, pero al mismo tiempo pretende implantar un cordón sanitario a Vox, sin explicar por qué. Ciudadanos se presenta como la reina de las intransigencias, jugando a un esquizofrénico vodevil que no conduce a ninguna parte.
Por todo ello, resulta esquizofrénico que se pretenda echar la culpa a Vox de la falta de cumplimiento de la palabra firmada por el PP y de la intransigencia infundada de Cs. Lo coherente sería que Vox insistiese en el cumplimiento del acuerdo firmado con Teodoro y en su extrapolación a las comunidades de Madrid y de Murcia.
Este es, lamentablemente, el marco de los pactos políticos de centro derecha con que se encuentra España. Sería muy conveniente que los partidos reflexionen en qué medida la política española tiene ética o no y en qué medida tienen visión de Estado. España necesita una regeneración de la vida política. Sin ello pretender tener gobiernos estables es un sinsentido. “To be or not to be, that is the question”.
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