<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Rey Felipe VI defendió ayer el fortalecimiento de las relaciones entre Europa e Iberoamérica, dos comunidades llamadas a asumir “una responsabilidad actualizada, moderna y constructiva en el contexto de las relaciones internacionales”.</strong></h4> “Desde esta orilla del Atlántico, España siempre ha aspirado a realizar una contribución sustancial a la relación entre ambos continentes, y el impulso de la Comunidad Iberoamericana de Naciones como amplio espacio para la concertación y la cooperación es buena prueba de ello”, afirmó el monarca durante su discurso de clausura del acto conmemorativo del <strong>XX aniversario de la Fundación Euroamérica, celebrado en la sede de Casa América en Madrid.</strong> “Ese impulso no está solo basado en nuestra especial conexión histórica, de lengua y cultura, en valores compartidos o en un interés económico privativo de España y Portugal; lo está también y de forma creciente en que lo creemos bueno para Europa, para la UE, y bueno para América Latina”, prosiguió. Ambas partes del mundo, aseguró, asumen <strong>“una responsabilidad actualizada, moderna y constructiva en el contexto de las relaciones internacionales”.</strong> Por ello, a las relaciones trasatlánticas surgidas entre Europa y Norteamérica tras la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría, es necesario <strong>“añadir la que representa hoy la gran familia iberoamericana y, por tanto, también la relación de Europa con América en su conjunto”</strong>. “Ese gran espacio puede y debe representar una contribución cada vez más importante al desarrollo equilibrado y pacífico de las relaciones internacionales”, a la “capacidad de enfrentar los grandes desafíos de la agenda global” y al <strong>“multilateralismo, que es un activo que no debemos perder"</strong>, agregó. <h5><strong>Borrell: "Las identidades no crecen en los árboles"</strong></h5> En el mismo acto, <strong>el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell</strong>, aseguró que, “desde que está en la UE, España ha tenido como prioridad tender puentes entre Europa y América Latina”, lo cual se refleja en la reciente firma del acuerdo Mercosur-UE, que “ha sido posible gracias al impulso del Gobierno español en los momentos en que parecía que iba a fracasar”. “La ratificación no va a ser un proceso fácil, pero esperamos que llegue a buen puerto”, añadió. Asimismo, Borrell aprovechó su intervención para pedir <strong>“un esfuerzo para que la identidad española no se vea pervertida por otras construcciones identitarias”</strong>. “Las identidades no crecen en los árboles, son una construcción social que se construye y se destruye a través de los medios que influyen en el conocimiento: la escuela, la lengua, la televisión y la propaganda", advirtió. Por su parte, <strong>el ex presidente del Gobierno Felipe González</strong> advirtió de que, en el actual contexto de auges de los populismos y los nacionalismos, es necesario que <strong>“seamos capaces de preservar la democracia antes de perderla</strong>, porque mientras se disfruta de ella se desprecia bastante lo que vale vivir en democracia". "Lo que más me duele pensar es que ahora estamos luchando por no perder la democracia en una parte (América Latina) y en otra (Europa) y, en algunos casos, está absolutamente perdida cuando ya había sido ganada", lamentó. Según <strong>la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan</strong>, "el mayor acerbo" que existe entre Europa y América Latina "son los valores que nos unen, lo intangible". Por ese motivo, declaró, <strong>el acuerdo entre la UE y Mercosur, “además de una apuesta comercial es una apuesta por los valores, por un mundo abierto".</strong>