EFERVESCENCIA POPULAR. CENTRO NEURÁLGICO DEL DEVENIR URBANO. ARTE EN MOVIMIENTO. MONUMENTALIDAD Y PUNTO DE ENCUENTRO BAJO EL COBIJO DE PLAZAS QUE HAN ADQUIRIDO EL CALIFICATIVO DE MAYOR POR DERECHO PROPIO. PARADORES INVITA AL DISFRUTE DE LAS PLAZAS MAYORES MÁS EMBLEMÁTICAS DE ESPAÑA.
Ascendemos la escalinata bajo el gran Arco de los Cuchilleros. La sombra de sus cansados pórticos invita a recorrer todo el perímetro. Más allá de sus arcadas se alza la decorada fachada de la Casa de la Panadería.
En su torre derecha el barómetro indica “buen tiempo”. Hemos llegado a la Plaza Mayor de Madrid. Durante cuatro siglos, el patio común de la villa. Uniforme y diverso. Lugar de encuentro y convivencia para madrileños y visitantes y uno de los espacios más singulares de Madrid.
El IV Centenario del inicio de las obras de su construcción confirma a la Plaza Mayor, por su historia y su carácter popular, como uno de los ejes de centralidad cultural de la ciudad, dando cauce a multitud de propuestas para que renazca bella y armoniosa, austera y engalanada y festeje sus 400 años de historia con justas poéticas, repertorios de danza, conferencias, fiestas barrocas, teatro de calle y mucho más.
Es posible que el disfrute de un caña o un café, en cualquiera de sus pintorescas terrazas, venga acompañado de un agradable déjàvu. Una sensación de familiaridad, de reposo en un lugar ya conocido… Quizá sobrevuele el recuerdo de alguna de las muchas plazas que copiaron el diseño de la madrileña. Su heredera directa es la Plaza Mayor de Salamanca, con 88 arcos de medio punto y 477 balcones. Punto de encuentro habitual entre salmantinos y visitantes, ya sea “debajo del reloj” o en el café Novelty. Su historia centenaria conserva el espíritu de las reuniones y tertulias de los cafés literarios. En su interior, una estatua del escritor Gonzalo Torrente Ballester honra a sus parroquianos más ilustres.
Cuatrocientos kilómetros al sur de la capital, en la emblemática ciudad de Córdoba se alza la única plaza cuadrangular de toda Andalucía: la de la Corredera, llamada así por las corridas de toros celebradas durante generaciones. Rehabilitada hace escasos 16 años, contrasta con las anteriores por carecer de una arquitectura unitaria, propia de las Plazas Mayores de su época.
Conserva dos bellos edificios de factura anterior: la Casa Consistorial y cárcel –ahora mercado de Sánchez Peña– y la Casa de Doña Jacinta.
Otro ejemplo singular pervive en Almagro. Se trata de una de las plazas mayores más curiosas del país. Hermosas galerías acristaladas con influencias septentrionales recorren los lienzos mayores. Escondido tras la fachada del antiguo mesón, se conserva el único Corral de Comedias de España. El edificio, rehabilitado durante los años 50, sigue acogiendo obras de grandes clásicos como Calderón, Maquiavelo, Shakespeare o Zorrilla, pues desde hace 40 años celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico con gran acogida de crítica y público.
¡Y qué decir de Trujillo! Cuna de conquistadores, con hijos tan célebres como Francisco Pizarro, cuya estatua ecuestre se alza desde 1927 ante la escalinata que conduce a la Iglesia de Santa María la Mayor. A diferencia de las anteriores, es Plaza está construida a dos niveles y no tiene una forma cuadrangular. Está llena de irregularidades, con amplia variedad de estilos, alturas y formas en sus edificios que le aportan un aspecto menos ordenado y planificado.
Pero, sin duda, la plaza que mejor conjuga disparidades estilísticas con monumentos espectaculares es del Obradoiro en Santiago. Los edificios que la cierran son los más fotografiados por aquellos cansados peregrinos que culminan su Camino a Compostela. En el lugar convergen más de 700 años de historia arquitetónica. Destaca la catedral románica, que, a pesar de haber sido construida en 1075 luce una fachada claramente barroca añadida ocho siglos más tarde y el hospital, hoy emblemático Parador de Turismo, construido a principios del siglo XVI y que incluye detalles más propios del Renacimiento que del gótico. La singularidad no cesa.
En Plasencia, preside la Plaza Mayor el edificio del Ayuntamiento. En su torre mayor está colocado un autómata, conocido como El abuelo Mayor-ga, que actúa cuando el reloj de la torre toca la campana cada media hora. En Cáceres es punto principal de entrada a la asombrosa ciudad monumental. Limita por el este con parte del lienzo de la muralla y durante siglos, ha sido el punto de reunión, centro de la vida social y comercial de la ciudad.
En León, acoge el Edificio Mirador o Consistorio, de factura barroca, y da vida al afamado Barrio Húmedo, corazón del casco viejo. En Chinchón se conserva como ejemplos notable de las plazas porticadas castellanas. En Sevilla se viste de elegantes ventanales regionalistas y en Valladolid, una de las más antiguas y grandes de toda España, rinde honores al repoblador de la ciudad, el Conde Ansúrez.
Todas impregnadas de belleza. Todas imprescindibles. Todas llenas de vida y encanto particular. Y muy cerca de cada plaza, un Parador para el descanso.
PARADOR DE CHINCHÓN
Situado en un antiguo convento agustino de amplios ventanales y preciosas zonas comunes, con habitaciones exquisitamente decoradas y una cuidada atención al detalle, el parador de Chinchón, a apenas una hora de la capital, combina perfectamente tranquilidad y confort.
PARADOR DE ALMAGRO
Declarada Conjunto Histórico Artístico, la ciudad presume de Parador a cinco minutos de la Plaza Mayor.
El edificio es un antiguo convento del S XVI, acogedor y tranquilo, con piscina, patios interiores y luminosas galerías.
Un lugar ideal para conocer el Corral de Comedias, único que se ha conservado intacto y en activo desde principios del siglo XVII hasta la actualidad.
PARADOR DE TRUJILLO
Sobre el convento de Santa Clara, del siglo XVI, se alza el Parador en la monumental ciudad de Trujillo.
Sorprenden sus dos bellos claustros: uno con arcos y columnas renacentistas y el segundo, de gran luminosidad. Sus estancias son tranquilas y cuenta con bellos y elegantes salones, además de piscina de temporada.
PARADOR DE SANTIAGO
Conocido como Hostal dos Reis Católicos, combina historia, arte y tradición. Situado en la Plaza do Obradoiro, es uno de los hoteles más bellos y lujosos de la Red de Paradores. Esconde cuatro preciosos claustros, elegantes estancias y habitaciones espectaculares, así como un gran comedor para degustar todas las exquisiteces de la tierra.
PARADOR DE SALAMANCA
Sobre un montículo que mira de frente al casco monumental, espera el Parador de Salamanca. Sus ventanales y cristaleras se convierten en mirador excepcional al casco histórico y su interior derrocha elegancia y confort.
Las vistas panorámicas que ofrecen los salones, la piscina y la mayor parte de las habitaciones son las mejores para divisar una ciudad Patrimonio de la Humanidad.
PARADOR DE CÓRDOBA
Construido sobre las ruinas del palacete de verano de Abderramán I, ofrece unas arrebatadoras vistas de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, así como una estancia tranquila, fresca y reposada.
Su interior alberga estancias luminosas y espaciosas, decoradas con sencillez y gusto exquisito. Dispone de piscina y está rodeado por el jardín de “Los Naranjos”, que atesora las palmeras más antiguas de Europa.