<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> El ex embajador de Corea del Norte en España, <strong>Kim Hyok-chol</strong>, a quien un diario surcoreano había dado por purgado y fusilado, está vivo y permanece en poder de las autoridades a fin de determinar su papel en el fracaso de la cumbre de Hanói con Donald Trump. El pasado viernes, el diario sucoreano <em>Chosun Ilbo</em> –un medio muy conservador que en el pasado ya publicó otros bulos similares sobre purgas contra dirigentes norcoreanos- aseguró que Kim Hyok-chol, ex embajador en España y enviado especial de Corea del Norte a Estados Unidos, había sido fusilado junto a otros cuatro responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores después de que la cumbre nuclear del pasado mes de febrero concluyera sin un acuerdo entre las dos partes. No obstante, fuentes próximas al caso aseguraron a la CNN que <strong>el ex embajador sigue vivo y permanece bajo custodia de las autoridades</strong>, que están investigando su papel en el fracaso de las negociaciones de la cumbre del pasado mes de febrero entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong. Las mismas fuentes advirtieron también de que <strong>no se descarta que Kim Hyok Chol sea sometido a un “castigo severo”.</strong> La noticia de <em>Chosun Ilbo</em>, que se basaba en fuentes norcoreanas anónimas, empezó a tambalearse después de que la agencia estatal de noticias KCNA asegurase este domingo que el líder de Corea del Norte había asistido a un concierto en Pyonyang acompañado por Kim Yong Chol, vicepresidente del comité central del Partido de los Trabajadores y a quien el citado rotativo surcoreano también había dado por “purgado” en un campo de reeducación ideológica. Es más, en la fotografía que publica KCNA se aprecia a Kim Yong Chol sentado justamente en la misma fila (a sólo cinco asientos de distancia) que Kim Jong Un. Kim Hyok Chol fue declarado <em>persona non grata</em> y expulsado de España en septiembre de 2017 en respuesta a las pruebas nucleares y lanzamientos de misiles por parte del régimen de Pyongyang. El embajador, que había sido el encargado de abrir la primera Embajada de Corea del Norte en Madrid a comienzos de 2014, regresó a su país, donde fue asignado al Comité de Asuntos Estatales y donde se granjeó la confianza del líder norcoreano, que preside ese organismo.