<h6><strong>Juan David Latorre</strong></h6> <h4 class="p1"><span class="s1"><b>El embajador de Turquía, Cihad Erginay, honró el lunes la memoria de los diplomáticos turcos asesinados en el atentado perpetrado por la organización terrorista JCAG el 2 junio de 1978 en Madrid.</b></span></h4> <p class="p1"><span class="s1">Necla Kuneralp, esposa del entonces embajador turco en Madrid, Zeki Kuneralp; Beşir Balcıoğlu, hermano mayor de la anterior y embajador retirado, que se encontraba de visita; y Antonio Torres Olmedo, el conductor español de la Embajada, fallecieron en el ataque que tuvo lugar en la calle Jenner.</span></p> <p class="p1"><span class="s1">“Los ataques perpetrados por organizaciones terroristas armenias contra diplomáticos turcos, sus familiares y trabajadores de los países donde se ubican las embajadas”, dijo Erguinay, “comenzaron en 1973, y continuaron de manera regular y sistemática hasta 1984. Sus autores intelectuales y materiales jamás tuvieron en consideración los valores más elementales de la humanidad y atacaron a sus víctimas de manera indiscriminada”.</span></p> <p class="p1"><span class="s1">El embajador recordó que “las organizaciones terroristas armenias perpetraron durante 11 años más de <b>110 ataques armados</b> en 4 continentes y 21 países, asesinando a 42 personas, de las cuales 31 eran diplomáticos turcos, e hiriendo a otras 299”.</span></p> <p class="p1"><span class="s1">“Desgraciadamente”, finalizó el embajador Cihad Erginay, “hoy en día todavía somos testigos de que hay una visión distorsionada sobre estos atentados”, añadió al poner como ejemplo que “Gourgen Yanikian asesinó en su casa de Santa Barbara (California) a nuestros mártires <b>Mehmet Baydar </b>y<b> Bahadır Demir</b> el 27 de enero de 1973, siendo calificado como terrorista político y condenado a cadena perpetua; sin embargo, hace un mes sus restos mortales fueron trasladados a Ereván, y enterrados en el cementerio militar tras una ceremonia oficial”.</span></p> <p class="p1"><span class="s1">“Nosotros siempre hemos defendido que el terrorismo no entiende de nacionalidad, religión ni raza, y que tampoco se pueden hacer distinciones entre terroristas buenos o malos. Sé que España, siendo un país que conoce de cerca el dolor causado por el terrorismo, también comparte esta percepción. La firme cooperación entre nuestros países en la lucha contra el terrorismo es fruto de esta percepción común”, finalizó el embajador.</span></p>