<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> El futuro de <strong>Josep Borrell</strong> es una de la incógnitas de la vida política española, tras al celebración de las elecciones. Todo apunta a que ocupará una <strong>vicepresidencia de gran relieve en la Comisión Europea</strong>, pero no hay nada claro y, de momento, el ministro de Exteriores en funciones <strong>sigue llenado su agenda</strong> con distinto tipo de citas. Esta semana, por ejemplo, incluye desde un desplazamiento a Marruecos a la participación en una serie de seminarios, pasando por un almuerzo con embajadores latinoamericanos. Lo único cierto es que <strong>el día 17 Borrell debe recoger su acta de eurodiputado</strong> en el Congreso español y que la fecha prevista para que se <strong>constituya el Parlamento Europeo es el 2 de julio</strong>. No está claro que la simple recogida del acta sea incompatible con el ejercicio del cargo de ministro en España. Precisamente <strong>para la primera semana de julio se espera que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, haya conseguido formar un nuevo Gobierno</strong>. Antes, tendrá que ser capaz de sumar apoyos suficientes para someterse a la sesión de investidura, que se estima podría desarrollarse en la semana que comienza el 27 de junio. <strong>Si se cumpliera este calendario</strong>, y Sánchez formara gobierno antes del 2 de julio, <strong>Borrell no tendría necesidad de dimitir</strong> para poder estar presente en la constitución de la Eurocámara prevista para esa fecha. Eso siempre que la recogida del acta de eurodiputado no sea incompatible con seguir de ministro. Si, por el contrario, la investidura de Sánchez se retrasara y no estuviera en condiciones de presentar un nuevo Ejecutivo, Borrell tendría que dimitir, su cargo no sería cubierto y sus funciones podrían ser asumidas por el propio presidente o por la vicepresidenta u otro miembro del Gabinete, ya que no tendría mucho sentido nombrar un nuevo ministro o ministra en funciones para un periodo de tiempo que sería muy corto. En cualquier caso, al ministro de Exteriores le cansan ya las preguntas de los periodistas sobre su futuro y en su entorno se limitan a decir que todo está abierto. Quizás para finales de junio tenga más claro ya a qué se va a dedicar en los próximos años, <strong>si en el Consejo Europeo del 20 y 21 de junio se llega a un consenso</strong> entre los líderes europeos sobre los <strong>cuatro altos cargos</strong> de las instituciones de la UE a repartir, y especialmente sobre quién será el nuevo presidente de la Comisión Europea. Borrell reúne experiencia suficiente para hacerse con una vicepresidencia reforzada de la Comisión, pero todos lo observadores europeístas coinciden en que <strong>su edad (72 años) y el hecho de ser hombre juegan en su contra</strong>, en un momento en que los vientos corren a favor de que haya más mujeres en los puestos de relieve del órgano ejecutivo europeo. Eso quizás pudiera llevar a Sánchez a apostar por una mujer como la ministra de Economía, Nadia Calviño, y en esa caso ofrecer a Borrell que siga en el Gobierno, ya sea en Exteriores o en otra cartera.