<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno de Rusia convocó ayer al embajador de España en Moscú, Fernando Valderrama, en protesta por unas “declaraciones hostiles” del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. El Gobierno español se ha mostrado sorprendido por esta “sobre-reacción” de Rusia.</strong></h4> El pasado 23 de mayo, <em>El Periódico</em> publicó una entrevista a Borrell en la que el ministro declaró que es “urgente y necesario” que los europeos “unan sus fuerzas” en el actual contexto geopolítico internacional, en el que <strong>“nuestro aliado (Estados Unidos) nos da la espalda, nuestro viejo enemigo, Rusia, vuelve a decir 'aquí estoy yo' y a ser una amenaza y China aparece como un rival”.</strong> Por ese motivo, el director del Departamento para Europa del Ministerio ruso de Exteriores, Alekséi Paramónov, recibió ayer en Moscú a Valderrama para expresarle su “desconcierto y decepción” por las “declaraciones hostiles del ministro en funciones”. Según el Ejecutivo ruso, las palabras del ministro son <strong>“perjudiciales para las relaciones entre Rusia y España”,</strong> unas relaciones que calificó de “amistosas, basadas en la asociación y beneficiosas para las dos partes”. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores español confirmaron ayer la reunión y admitieron que la reacción de Rusia <strong>les había sorprendido “negativamente” y que aún les había sorprendido más, “si cabe”, que la reunión con Valderrama se hubiera hecho pública</strong>. Según declararon estas fuentes a los medios de comunicación, <strong>Moscú ha “sobre-reaccionado”, interpretando “en clave bilateral” una serie de reflexiones sobre la geopolítica global “hechas desde el prisma europeo”. </strong> Las relaciones entre España y Rusia se han caracterizado en los últimos tiempos, sobre todo tras la implicación de Moscú en la guerra de Ucrania, por un tira y aloja entre la solidaridad con los aliados de la UE y la OTAN y los mensajes a favor del diálogo entre las partes. No obstante, el clima se deterioró especialmente tras las acusaciones de España a Rusia por su supuesta injerencia en el conflicto catalán y por la difusión de <em>fake news</em> desde medios rusos. El pasado mes de noviembre, <strong>el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov,</strong> fue recibido en Madrid por Josep Borrell, quien agradeció el apoyo de Moscú a “la soberanía e integridad territorial de España” y transmitió su “preocupación” por la difusión de “noticias falsas”. Asimismo, afirmó que España ha sido el país “más perjudicado” por las contramedidas de Rusia a las sanciones europeas por Ucrania y aseguró que el Gobierno español desea “más que nadie la normalización de la relación” de Moscú con la UE. Por su parte, Lavrov declaró que “España está entre los países europeos que comprenden la anormalidad de las actuales relaciones entre Rusia y la UE”.