<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>España estudia sumarse al mecanismo financiero creado por Reino Unido, Alemania y Francia para seguir comerciando con Irán, pese a las sanciones que ha vuelto aplicar Estados Unidos a ese país, tras retirarse del acuerdo nuclear. Así lo anunció ayer el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, desde Bruselas, donde participó en el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE.</strong></h4> Borrell añadió ante los periodistas que España está considerando “muy positivamente” la idea de entrar en la empresa creada por Londres, Berlín y París, que tiene como objetivo hacer que las empresas europeas puedan seguir haciendo negocios con Irán. Por el momento, los accionistas de ese instrumento financiero de apoyo al intercambio comercial, conocido como Intex por sus siglas en inglés, son Francia, Alemania y el Reino Unido, que tratan de esquivar con él los perjuicios que para las empresas tendrían las sanciones que Washington ha reactivado contra el régimen de Teherán, una vez que Donald Trump decidió retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear suscrito en 2015. Ayer, en los márgenes del Consejo de Asuntos Exteriores, los ministros de los países de la UE hablaron de la cuestión iraní con el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, de visita en Bruselas. Borrell insistió en que España va a «hacer todo lo posible para evitar que se vaya al traste definitivamente un acuerdo tan laboriosamente construido, del que depende en buena medida nuestra seguridad en la región». El ministro señaló que España ve “con mucha preocupación” la evolución de las relaciones con Irán después de que EEUU haya puesto fin a las exenciones a la compra de crudo iraní otorgadas a ocho países. Asimismo, se mostró preocupado por las declaraciones de las autoridades iraníes de que «dentro de seis meses pueden empezar a incumplir parcialmente» las obligaciones del pacto. «Eso es una muy mala noticia y esperamos que los iraníes la reconsideren”, dijo.»Para EEUU -explicó- el acuerdo está ya muerto, pero para que se muera del todo hace falta que se muera de los dos lados. Estamos intentando convencer a los iraníes de que la participación europea debe darles alguna razón para que ellos no renuncien completamente y volvamos a la situación preacuerdo».