<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El <a href="https://www.psoe.es/media-content/2019/05/20190506-Programa-PSOE-elecciones-europeas-26M.pdf">programa del PSOE</a> de cara a las elecciones europeas del próximo 26 de mayo propone “una Europa federal, más social, más feminista, que lidere la urgente transición ecológica de la economía” y que cuente con más autonomía para jugar “un papel reforzado en la escena internacional”.</strong></h4> La candidatura del PSOE defiende que España, “como uno de los grandes países de la UE”, debe abrazar un “papel protagonista” en las responsabilidades globales de la Unión y <strong>“continuar el trabajo realizado por el Gobierno de Pedro Sánchez al colocar a España, junto a Francia y Alemania, como grupo de países motores de la integración europea”.</strong> Asimismo, propone <strong>que se elimine el sistema de votación por unanimidad en la toma de decisiones en el Consejo Europeo</strong> en favor del sistema de mayoría cualificada, “especialmente en los asuntos de política exterior y fiscalidad, así como en relación con el presupuesto plurianual, los recursos propios y el mecanismo de verificación del respeto al Estado de derecho y de los derechos humanos”. La candidatura socialista, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, pide también la creación de un <strong>Consejo de Seguridad Europeo</strong> en el que participen 15 Estados miembros de la UE en lugar de 27 (<em>sic</em>). Los cinco Estados que más invierten en capacidades militares y participan en más misiones civiles de la Política Común de Seguridad y Defensa de la UE “tendrían estatus de miembro permanente” y los otros diez rotarían en base a equilibrios geográficos, con representantes del norte, el sur, el este y el oeste de Europa. El programa socialista defiende también que <strong>los Estados miembros deleguen su representación en la propia UE en foros multilaterales</strong> como el FMI, el Banco Mundial, el G20 o las Naciones Unidas e incluso apoya la creación de <strong>un asiento de la UE en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas</strong> en sustitución de Francia, en línea con la propuesta del ministro de Finanzas socialdemócrata alemán Olaf Scholz. <h5><strong>Economía, seguridad y defensa</strong></h5> En el plano económico, el PSOE pide que se impulse un <strong>Sistema Europeo de Seguro de Depósitos</strong> que culmine el establecimiento <strong>de la Unión Bancaria</strong>, que se avance en una<strong> Unión de Mercado de Capitales </strong>y que la <strong>Zona Euro cuente con un presupuesto propio</strong>, así como que se nombre un <strong>ministro de Economía de la Zona</strong> Euro que asuma la presidencia del Eurogrupo. Aparte, propone que el <strong>Banco Central Europeo</strong> amplíe su mandato de forma que, además de controlar la inflación, trabaje en la promoción del empleo, a imagen de la Reserva Federal estadounidense. El programa socialista propone también un <strong>Seguro de Desempleo Europeo</strong> y <strong>un Salario Mínimo Europeo.</strong> <strong> </strong> Por otra parte, los socialistas piden <strong>un progresivo desarrollo de una Unión Europea de la Defensa que culmine con la creación de un grupo de intervención europeo y, a largo plazo, en la formación de un ejército europeo</strong>, a partir de los primeros pasos ya dados mediante la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), y el Sistema Europeo de Combate impulsado por Alemania, España y Francia. También reclaman un<strong> código de conducta europeo para las exportaciones de armas y equipos militares.</strong> <strong> </strong> El programa del PSOE propone también la puesta en marcha de la <strong>Fiscalía Europea</strong> mediante el mecanismo de la cooperación reforzada y reclama la reforma del <strong>Sistema Europeo Común de Asilo</strong> y que se establezca un <strong>sistema permanente y solidario de cuotas de reubicación de inmigrantes irregulares y de solicitantes de asilo</strong>. Aparte, el PSOE opina que “España debe servir de puente para las relaciones de la UE con Latinoamérica en el ámbito político”, prestando “especial atención a las relaciones con Cuba y con países en clara deriva autoritaria como Nicaragua y Venezuela” y propiciando “un proceso pacífico de restablecimiento de las instituciones democráticas”.