<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El director general adjunto de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea</strong><strong>, Carlos Martínez Mongay, advirtió ayer en Madrid de que la economía española se enfrenta en 2019 a una nueva desaceleración por causas estructurales como la deuda pública y privada, los problemas de empleo y renta y la baja productividad.</strong></h4> <strong> </strong> <strong>“Las reformas económicas en España avanzan, en general, lentamente”</strong>, declaró Martínez Mongay durante la mesa redonda <em>Punto de Encuentro: Liderazgo, Economía y Sociedad</em>, organizada por el <strong>Consejo General de Economistas de España (CGE) y la Cámara de Comercio de España</strong> para analizar el reciente Informe de Primavera de la Comisión Europea. Según Martínez Mongay, “la economía creció en 2018 por quinto año consecutivo”, pero si se mantiene la moderación del año pasado, para 2019 se prevé una nueva desaceleración, con un crecimiento del PIB de entre el 2,1 y el 2,2%. Aparte, la desaceleración podría continuar en 2020, aunque “a un ritmo más pausado”, hasta situar el crecimiento en un 1,9%. Uno de los principales factores de “vulnerabilidad para la economía española”, aseguró, sigue siendo <strong>la “elevada deuda pública y privada”.</strong> A pesar de que, en 2018, el déficit público se situó por debajo del 3% del PIB “por primera vez desde 2007” y de que la deuda pública pasó, desde 2015, del 99% al 97% del PIB, el déficit estructural sigue siendo “uno de los más elevados de la eurozona” y podría entrar en “una senda insostenible” si no se revierte la tendencia a “financiar los intereses de la deuda con más deuda en lugar de con más ingresos”, advirtió. Por otra parte, aunque los datos de la CE indican que el <strong>desempleo</strong> se está reduciendo “rápidamente” (se prevé que llegue al 12% en 2020), la “fuerte creación de empleo” se está ralentizando, sigue habiendo “demasiados contratos temporales” y la desigualdad de la renta “sigue siendo pronunciada”, prosiguió. Por ello, el consumo privado, que depende de la renta de los hogares, también se está “ralentizando”. Uno de los grandes problemas observados por la Comisión, según Carlos Martínez Mongay, es la “baja productividad de la economía española”, que crece tan solo un 0,1% anual, por debajo de la media de la eurozona. <strong>“Si la productividad no crece, la economía no crece”,</strong> advirtió. En el cierre del acto, <strong>José Luis Bonet</strong>, presidente de la Cámara de Comercio de España, afirmó que la pertenencia de España a la UE es “muy beneficiosa” para el país, como demuestran los 181.000 millones de euros que la economía española ha recibido desde 1996 en fondos europeos y las políticas de cohesión que han ayudado a reducir la brecha entre las regiones.