<h6><strong>Alberto Rubio</strong></h6> <h4><strong>La empresa privada debe implicarse más para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. "Sólo con el apoyo del sector público, no será posible", dijo ayer la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, durante la presentación del <a href="https://www.segib.org/?document=las-empresas-con-proposito-y-el-auge-del-cuarto-sector-en-iberoamerica" target="_blank" rel="noopener noreferrer">Informe sobre el Cuarto Sector en Iberoamérica.</a></strong></h4> El informe -que analiza el estado actual de las empresas "con propósito" social en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Portugal y España- subraya que la región cuenta ya con 170.000 compañías de este tipo, que emplean a 10 millones de trabajadores y que, además del beneficio, buscan un impacto social y medioambiental positivo. Esas empresas, que integran el llamado <strong>Cuarto Sector</strong>, se caracterizan por combinar lo mejor de los tres sectores tradicionales (público, privado y non-profit), integrando objetivos sociales con métodos empresariales. Su objetivo es reducir la desigualdad asegurando un crecimiento económico inclusivo y la sostenibilidad económica. Una <a href="https://www.segib.org/?document=estudio-de-opinion-para-iberoamerica-2019-el-papel-de-las-empresas-en-la-creacion-de-una-economia-mas-justa-y-sostenible" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong>encuesta realizada por la SEGIB en 11 países iberoamericanos</strong></a> demuestra que el 85 por ciento de los consultados cree que esas empresas sociales deben recibir más apoyo de los gobiernos.En este sentido, el informe señala que "Iberoamérica se encuentra especialmente posicionada para aprovechar el inmenso potencial que encierra el Cuarto Sector: una región joven, audaz, creativa y de naturaleza emprendedora". Rebeca Grynspan defendió, durante la presentación del informe, que es necesario cambiar la dinámica de la economía porque "si no, la próxima generación vivirá peor". La secretaria general iberoamericana dijo que no se trata de una denuncia, sino de "una <strong>propuesta para que comience a haber nuevas leyes que promuevan los beneficios de interés colectivo</strong>" frente a la obsesión por el beneficio del accionista, que ha provocado la pérdida de visión de una economía a largo plazo. El<strong> director del proyecto Cuarto Sector, Diego Rubio</strong>, añadió que la teoría económica de Milton Friedman, que marcó la actuación de las empresas en los años 70, se ha demostrado errónea ya que la búsqueda del beneficio por encima de todo ha provocado un aumento de la desigualdad social. Por ello, defendió que "los gobiernos deben trabajar más con empresas sostenibles, priorizando la <strong>sostenibilidad por encima del lucro de los accionistas</strong>".