<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, aseguró ayer que el Gobierno no tiene ninguna intención de entregar al opositor Leopoldo López a las autoridades venezolanas aunque advirtió de que, en función de su estatus de “huésped o acogido”, se “limitarán” sus actividades políticas en la Embajada de España en Caracas.</strong></h4> El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela emitió este pasado jueves una orden de arresto contra López, quien fue liberado dos días antes por un grupo de militares siguiendo órdenes del líder opositor Juan Guaidó, el presidente interino reconocido por medio centenar de países, incluida España. Leopoldo López fue condenado en 2014 a una pena de 14 años de cárcel, aunque se encontraba bajo arresto domiciliario desde 2017. En declaraciones a la prensa durante su visita oficial a Líbano, Borrell informó ayer de que había advertido personalmente al ministro venezolano de Relaciones Exteriores, <strong>Jorge Arreaza</strong>, de que España no va a entregar a López y que el líder opositor continuará en la Embajada española en situación de <strong>“huésped o acogido”</strong>, lo cual, en aplicación de “las normas internacionales", implicará una “limitación de su actividad política”. <strong>“España no va a permitir que su embajada se convierta en un centro de activismo político”</strong>, agregó. Ayer, Arreaza aseguró en declaraciones a Radio Nacional que su Gobierno no va a adoptar represalias diplomáticas contra España, pero añadió que ha trasladado su malestar al Ejecutivo español por la rueda de prensa dada por López desde la Embajada, algo que calificó de "inaceptable". Mientras, Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, advirtió al régimen de Nicolás Maduron que si sus Fuerzas de Deguridad intentan entrar en la residencia del embajador español para detener al López, "sería una amenaza de guerra" a España. Aparte, el ministro de Exteriores recordó que el ordenamiento jurídico español establece que <strong>sólo se puede solicitar asilo político a España desde “territorio español”</strong>, por lo que López no ha solicitado asilo "porque no lo ha podido pedir". Al respecto, José Estévez, del bufete Cremades&Calvo Sotelo y abogado de Leopoldo López, declaró ayer a TVE que su representado no tiene intención de pedir asilo en España y que, de momento, prefiere continuar en la Embajada, porque “es inviolable”. En este mismo sentido, Borrell se mostró convencido de que el Gobierno de Nicolás Maduro, con el que las relaciones son “corteses, sabiendo que cada cual está en la posición en la que está", va a “respetar, naturalmente, la inmunidad del territorio de la embajada de España”. La postura del Gobierno ha sido criticada por la oposición. Por una parte, la cabeza de lista del PP al Parlamento Europeo, <strong>Dolors Montserrat</strong>, pidió al Ejecutivo que "lidere el apoyo a la transición democrática" en Venezuela en vez de “limitar la transición pacífica y democrática en Venezuela, mientras que el presidente de Ciudadanos, <strong>Albert Rivera</strong>, acusó al Gobierno de “despreciar” la lucha de López por “la libertad de todo un pueblo" al calificarla de "activismo político". Por su parte, una portavoz de la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea, <strong>Federica Mogherini</strong>, afirmó ayer que la acogida de López en la Embajada es una "decisión nacional" de España y advirtió al régimen venezolano de que debe respetar la inmunidad diplomática de la representación española "en todos los casos”.