<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, representará a España en la cumbre de la Franja y la Ruta de la Seda, que tendrá lugar en Pekín los próximos días 26 y 27.</strong></h4> Las autoridades chinas habían invitado a participar en la reunión al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero la celebración de las elecciones generales el domingo. día 28, han hecho que el Ejecutivo decidiera que fuera Borrell quien esté presente en la cumbre. En realidad la coincidencia con los comicios ha servido de pretexto al Gobierno español para moderar el nivel de su representación en una cumbre sobre una iniciativa a la que no se ha sumado formalmente. Al igual que la mayoría de los grandes países y de sus socios europeos -con la significativa excepción de Italia-, España tiene serias reservas sobre la ambiciosa iniciativa china de crear una red de infraestructuras repartida por los cinco continentes. El Gobierno de Sánchez apuesta más bien por desarrollar sus relaciones con Pekín en el marco de la Estrategia Europea de Conectividad y, como el resto de los europeos se queja de la “brecha comercial” que hay entre China y Europa, porque, como, recientemente, se quejó ante Xi Jinping, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, "no puede seguir ocurriendo que las empresas chinas tengan acceso gratuito a nuestros mercados en Europa, pero nosotros no tengamos acceso a los mercados en China". En noviembre del pasado, cuando el presidente chino, Xi Jinping, realizó una visita de Estado a España, el Gobierno español ya le hizo llegar sus planteamientos, aunque prometió acudir a la cumbre, porque entiende que el proyecto puede resultar beneficioso para algunas empresas españolas punteras en el sector de las infraestructuras. A comienzos de este mes, durante la celebración de una ronda de consultas políticas bilaterales, en la capital china, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Fernando Valenzuela, volvió a expresar a sus colega, Wang Chao, la posición española, pero también el interés en que surjan sinergias entre empresas de los dos países para actuar en terceros mercados, tal y como se estableció en un memorándum de entendimiento suscrito con ocasión de la visita de Xi Jinping. Borrell tiene previsto llegar el día 24 a Pekín, con intención de poder celebrar una entrevista con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, y mantener una reunión con el personal de la Embajada española, Rafael Dezcallar.