<strong>The Diplomat</strong> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, eludió ayer abordar la cuestión independentista en las reuniones que mantuvo en Barcelona con los cónsules extranjeros en la Ciudad Condal, pero les recordó que su "interlocutor principal" es el Gobierno central.</strong></h4> Borrell acudió a Barcelona, donde mantuvo por la mañana una reunión con los cónsules de carrera -es decir los diplomáticos enviados por sus respectivos Gobiernos- y, posteriormente, un almuerzo al que se incorporaron también los cónsules honorarios, cuyas capacidades son menores. El propio ministro dijo a los periodistas, tras su reunión con los cónsules de carrera, que no les había transmitido ningún mensaje sobre el proceso soberanista. Según Europa Press, que cita fuentes conocedoras de la reunión, Borrell se puso a su disposición para lo que necesiten y después hubo un turno de preguntas sobre asuntos diversos que afectan a oficinas y a ciudadanos de los respectivos países, sin abordarse el proceso soberanista. <p align="justify">El ministro se ha referido a la responsabilidad del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación como interlocutor primordial con los agentes diplomáticos y consulares acreditados en nuestro país. Ha destacado asimismo la conveniencia de que los consulados mantengan una relación fluida con las autoridades locales en lo referente a cuestiones consulares que incidan en competencias atribuidas a las instituciones autonómicas y municipales.</p> <p align="justify">Los líderes independentistas han tratado de transmitir sus planteamientos a los 95 cónsules -41 de carrera y 54 honorarios- que ejercen su labor en Barcelona con escenificaciones de reuniones como si fueran un Cuerpo Diplomático acreditado ante la Generalitat, cuando lo cierto es que todos ellos dependen de las Embajadas acreditadas ante el Gobierno de España.</p> De hecho, según una nota distribuida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Borrell ha hecho hincapié en que su departamento es el “interlocutor primordial” con los agentes diplomáticos y consulares acreditados en nuestro país y subrayó “el importante papel d ella Delegación del Gobierno en Cataluña”. No obstante, el ministro les animó a mantener una relación fluida con las autoridades locales “en lo referente a cuestiones consulares que incidan en competencias atribuidas a las instituciones autonómicas y municipales”. En los últimos tiempos, los distintos Gobiernos han tratado de contrarrestar la influencia de la Generalitat y han dado respuestas diplomáticas a los cónsules que han mostrado actitudes de apoyo o comprensivas hacia el independentismo. De hecho, cinco de ellos -todos cónsules honorarios y en la mayoría de los casos con nacionalidad española- han perdido su autorización para ejercer como tales por respaldar el movimiento separatista catalán, de una u otra manera. En algunos casos, han sido cesados por sus propios Gobiernos, tras las quejas del Ejecutivo español, como sucedió con los cónsules honorarios de Finlandia, Grecia, Filipinas y Bulgaria, este último el ex futbolista Hristo Stoichkov, que en 2017, públicamente llamó franquista a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En el caso del cónsul honorario de Letonia, Xavier Vinyals, ante la falta de respuesta a las quejas españolas por parte del Gobierno de Riga en aquel momento (2016), el Ejecutivo le retiró la autorización por exhibir una estelada en la sede del Consulado.