<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El embajador de China en España, Lyu Fan, aseguro ayer que la guerra comercial entre su país y Estados Unidos “no va a afectar a las relaciones entre China y España” siempre y cuando “España aplique una política independiente de Estados Unidos” y las empresas españolas “no se dobleguen ante la presión norteamericana”.</strong></h4> “China y España son dos amigos fiables e importantes socios dentro de la UE”, y desde que se establecieron las relaciones diplomáticas en 1973, “la confianza política mutua se ha venido consolidando, hemos realizado frecuentes intercambios de alto nivel y nos hemos apoyado mutuamente en intereses clave”, declaró el embajador en un desayuno informativo organizado por <strong>Executive Forum,</strong> con la colaboración de Cepsa, en el Hotel Intercontinental de Madrid. “China es el primer socio comercial de España fuera de la UE y España el sexto socio de China dentro de la UE, y el comercio bilateral alcanzó el año pasado los 83.600 millones de dólares, otro récord histórico”, prosiguió Lyu. Respecto a las <strong>inversiones recíprocas</strong>, explicó, en España operan empresas chinas especialmente interesadas en sectores como bioquímicas, automóviles, infraestructuras o finanzas, y en China operan empresas españolas que “cubren áreas como energía, finanzas, transportes, telecomunicaciones o infraestructuras”. Aparte, aseguró, España se encuentra en una “<strong>favorable posición para incorporarse a la iniciativa de la Franja y la Ruta”</strong>, una iniciativa con la que nuestro país siempre ha mostrado una actitud “muy activa para cooperar desde finales de 2014, cuando empezó a funcionar”. En estas circunstancias, según el embajador, el actual clima internacional de <strong>guerra comercial entre Estados Unidos y China</strong> “no debería va a afectar a las relaciones entre China y España siempre que España aplique una política independiente y no siga el paso que marca Estados Unidos”. <strong>“Si las empresas españolas se doblegan a esta presión, creo que perjudicará al comercio entre China y España”</strong>, advirtió. En todo caso, Lyu Fan pidió a las empresas españolas que “no tengan miedo” para invertir en el país, porque “el mercado chino es cada vez más abierto”, y recordó que la Asamblea Nacional Popular, el órgano legislativo de China, aprobó ayer mismo una nueva <strong>ley unificada de inversión extranjera</strong> “que ayudará a las empresas extranjeras a entrar en China con más facilidad y más igualdad y que da mucha importancia a la protección de las empresas extranjeras y de sus inversiones”. <h5><strong>“China sigue siendo la locomotora del desarrollo económico mundial”</strong></h5> Según el embajador, China sigue siendo “la locomotora del desarrollo económico mundial”, a pesar de que “el ritmo de crecimiento se ha ralentizado” y que para este año se prevé un crecimiento de entre el 6 y 6,5%, el nivel más bajo de los últimos 30 años”. “No obstante, China sigue siendo la segunda economía mundial, el primer país en industria, el primer país en comercio de bienes y el primer país en reserva de divisas” y esta ralentización responde únicamente al proceso de reestructuración puesto en marcha por el Gobierno para “actualizar y modernizar la industria” y crear “un modelo productivo más racional y sostenible”. “El Gobierno se ocupa por el sano funcionamiento de la economía y no se preocupa meramente por el ritmo de crecimiento”, aseguró. <strong>“Las puertas de China al exterior no se cerrarán, al revés, se abrirán más”</strong>, agregó. En ese sentido, Lyu Fan se mostró convencido de que Pekín y Washington van a superar sus diferencias, porque lo contrario sería <strong>“una guerra comercial de la que nadie saldrá ganando, y Estados Unidos es también consciente de ello”</strong>. “Las negociaciones están evolucionado favorablemente y esperamos una solución que permita que el intercambio comercial vuelva a la normalidad”, explicó. <strong>“Estados Unidos y China se complementan beneficiosamente en lo económico y lo comercial y tienen intereses integrados”,</strong> añadió. Respecto a la <strong>evolución política de China</strong>, el embajador advirtió de que “un país de 1.400 millones de habitantes no se puede permitir problemas sociales internos”, pero se mostró convencido de que “con el progreso económico será posible construir un Estado de derecho y una democracia lo más amplia posible”. “Somos culturas diferentes y no va a ser igual que las democracias occidentales, pero será una democracia para el disfrute de la gente”, manifestó. <h5><strong>Turismo y visados</strong></h5> En cuanto al auge del turismo chino en España, el embajador destacó que los turistas de su país “no buscan sol y playa, viajan atraídos por la cultura o la interesante gastronomía española”. No obstante, advirtió, para incrementar el número de turistas chinos se deberían efectuar algunos cambios. <strong>“Es necesario facilitar los visados</strong>, ya que actualmente se tarda entre una semana y quince días para conseguir un visado de España, cuando para conseguir un visado de Francia sólo se tarda un día, y España pierde un gran número de turistas chinos por este motivo”, explicó. Asimismo, añadió, se deberían “mejorar los servicios, ya que es una cultura diferente con costumbres diferentes”, y sería aconsejable, por tanto, intoducir algunos cambios en las comidas que se ofrecen a sus compatriotas (los chinos beben el agua caliente, no fría, y prefieren los alimentos más preparados que en España) y en “algunos detalles, como que haya indicaciones en chino en los aeropuertos, en las calles principales de las ciudades o en los museos”.