<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Ministerio de Asuntos Exteriores se refirió ayer a Antonio Ecarri, en una nota de prensa, por primera vez, como “representante personal del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó”.</strong></h4> <h4></h4> Tal como adelantó<a href="https://thediplomatinspain.com/2019/02/el-gobierno-recibe-a-ecarri-como-representante-personal-de-guaido-en-espana/"> <em>The Diplomat</em></a> tras el primer contacto oficial que mantuvo hace unos días con Ecarri <strong>el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de Laiglesia, </strong>esa es la fórmula por la que ha optado el Ejecutivo de Pedro Sánchez para, sin deteriorar en exceso la relación diplomática con el régimen de Nicolás Maduro, dar un apoyo político y moral al hombre de Guaidó en España. Ecarri se reunió ayer de nuevo con De Laiglesia, quien, según fuentes diplomáticas consultadas por <em>The Diplomat</em>, le prometió facilitarle al máximo su actuación en España desde el punto de vista operativo. Según la citada nota del Ministerio, en el curso del encuentro ambos intercambiaron “puntos de vista sobre la situación actual en Venezuela y sobre cuáles deben ser los próximos pasos para alcanzar una salida pacífica, política y democrática” a la crisis y examinaron “la grave situación humanitaria y el éxodo regional generado por la misma”. El secretario de Estado informó a Ecarri “del avance de los trabajos del Grupo Internacional de Contacto, del que España es miembro, para coadyuvar tanto a la celebración de elecciones democráticas, en el más breve plazo posible, como a hacer llegar a la población venezolana la asistencia humanitaria que con urgencia requiere”. Asimismo, De Laiglesia reiteró a Ecarri “<strong>el apoyo del Gobierno español al presidente encargado para que lidere el proceso que conduzca a la celebración de elecciones democráticas”</strong> y que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha reclamado que se respeten la libertad y la integridad personal de Guaidó cuando regrese a Venezuela, “de conformidad con las medidas cautelares adoptadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el pasado mes de enero”. <h5><strong>Perú: “El falso diálogo ha servido para que Maduro se mantenga en el poder”</strong></h5> Por otra parte, los ministros de Relaciones Exteriores de Paraguay y Perú, dos de los países más activos del Grupo de Lima, advirtieron ayer en Madrid de que el diálogo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es imposible y abogaron por incrementar la presión internacional contra Caracas para poner fin al régimen. “El proceso parece irreversible, estamos en el principio del fin de la dictadura de Maduro, pero para ello tenemos que colaborar todos”, declaró <strong>el canciller peruano, Néstor Francisco Popolizio</strong>, durante su intervención en el foro <em>Perú en la agenda global</em>, organizado por el diario El País en la sede de la Casa de América. “Perú comparte con España el compromiso de seguir apoyando el proceso de transición democrático dirigido por Juan Guaidó” y, con este objetivo, “el Grupo de Lima está intentando sensibilizar a la comunidad internacional para que apoye a Juan Guaidó y para que no reconozca al ilegítimo gobierno dictatorial de Maduro”, prosiguió el jefe de la diplomacia peruana. “Desde enero, la presión se ha acentuado y casi 60 países han reconocido a Guaidó”, agregó. Por ese motivo, Popolizio abogó por un incremento de la presión internacional y de las sanciones económicas “contra la cúpula del régimen” y de las presiones dentro de la propia Venezuela para que “se produzca un resquebrajamiento de respaldo militar a Maduro, lo cual se va a tomar un tiempo, puede que un año”. “Todos los países deben seguir presionando para no dar la impresión de que Maduro puede tener algún espacio legítimo para el diálogo”, advirtió. <strong>“El falso diálogo ha servido para que Maduro se mantenga en el poder”</strong>, añadió. <h5><strong>Paraguay aboga por la “diplomacia del aislamiento” </strong></h5> Por su parte, <strong>el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Luis Alberto Castiglioni</strong>, declaró ayer en el Palacio de Viana, tras entrevistarse con su homólogo español, Josep Borrell, que la actitud de su país respecto a Venezuela ha sido “bien clara y contundente”. “No hemos reconocido la legitimidad de las elecciones ni su resultado y por tanto, no hemos reconocido a este gobierno entre comillas”, afirmó. ”Paraguay es el primer país que rompió relaciones diplomáticas con Venezuela”, aseguró Castiglioni, quien precisó que Guaidó se encuentra en estos momentos en Paraguay y posteriormente seguirá su gira por otros países de la región, que no pudo precisar, “en su afán por permanecer firme en este itinerario que esperemos que termine pronto con la vuelta de la normalidad en Venezuela”. Según el jefe de la diplomacia paraguaya, “<strong>Maduro no tiene absolutamente ninguna voluntad política de dialogar, su único afán es continuar en el poder”</strong>. “Paraguay ha apoyado siempre todas las iniciativas para promover el diálogo, incluida la del ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, pero todas han fracasado rotundamente no por falta de voluntad de los que llevaron a cabo las misiones o de los países que las apoyaron, sino por la absoluta falta de voluntad de Maduro”, declaró. Por ello, el canciller paraguayo abogó por aplicar la <strong>“diplomacia del aislamiento”</strong> contra el régimen de Venezuela. “Hay que aislarlo absolutamente que el propio Maduro renuncie a esta lamentable actitud de continuar con el sufrimiento y la muerte de sus compatriotas”, concluyó. Por su parte, Borrell declaró en el mismo encuentro con la prensa que, en función de las conclusiones extraídas sobre el terreno por la misión técnica del grupo de contacto internacional para Venezuela, que se presentaron ayer mismo al Comité Político y de Seguridad (COPS) de la UE en Bruselas, se adoptará una respuesta “en el marco de una posición común lo más amplia posible” pero en la que no estará Italia. Asimismo, recordó que España reconoció a Guaidó “como presidente interino con una misión concreta que es la de convocar elecciones presidenciales”, lo cual “implica tener un control de la administración y del territorio, cosa que no se ha producido y nos sitúa en un cierto <em>impasse</em>”. Por ese motivo, reconoció, “las previsiones que se tenían acerca de la evolución de los acontecimientos no se han cumplido y estamos en una situación diferente a la que se esperaba estar”.