<strong>Luis Ayllón</strong> El ministro de Asuntos Exteriores, <strong>Josep Borrell</strong>, se encuentra cada vez más presionado por el entorno de Pedro Sánchez, para que acepte ser el cabeza de lista del PSOE en las elecciones al Parlamento Europeo. El propio presidente del Gobierno, en la entrevista que concedió el domingo pasado a TVE, volvió a afirmar que sería <strong>“un extraordinario candidato”</strong>. Y aunque el lunes, Borrell, en Bruselas, eludió pronunciarse, alegando que era “ni el lugar ni el momento”, el mero hecho de que no haya expresado nunca una negativa rotunda cuando se le pregunta por el asunto, hace concebir esperanzas a los socialistas de que finalmente aceptará la propuesta. En cualquier caso, se da por seguro que, si Borrell dijera finalmente que sí, sería para hacerse cargo posteriormente del <strong>puesto de comisario</strong> que corresponde a España, siempre, naturalmente que el PSOE continuara gobernando tras las elecciones generales del 28 de abril. Además, Borrell <strong>aspiraría a tener uno de los puestos de vicepresidente</strong> de la Comisión, que podría llegar a ser el de vicepresidente primero, en función de quien resultara elegido para presidir el Colegio de Comisarios. La incertidumbre sobre el resultado de las generales es lo que podría estar retrasando la toma de una decisión por parte de Borrell, quien, en caso de que el PSOE no mantuviera el poder, quedaría relegado a trabajar como portavoz socialista en el Parlamento Europeo, una institución de la que llegó a ser presidente. Y eso es algo que, a punto de cumplir 72 años, no le seduce especialmente. La incógnita podría despejarse una semana antes antes de que se celebre el <strong>Comité Federal del PSOE, fijado para el 17 de marzo</strong>, en el que deberían ser ratificadas las candidaturas de los socialistas en las elecciones al Congreso, Senado, autonómicas, municipales y europeas. Pedro Sánchez sigue apostando claramente por Borrell, entre otras razones, porque <strong>no parece contar con otro candidato de la talla del actual ministro</strong> de Exteriores. Y si este dijera que no, su sustituto siempre tendría la etiqueta de haber sido una segunda opción. Por el momento, Borrell mantiene una agenda cargada de citas, incluidos viajes a varios países, algo que, en el caso de ser candidato, podría seguir haciendo, al menos hasta que diera comienzo la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo, el 10 de mayo. Para entonces, <strong>aunque formalmente no sería necesario que abandonara el cargo</strong>, otros ministros si lo hicieron en situaciones similares y fueron sustituidos. Así, por ejemplo, en 2014, <strong>Miguel Arias Cañete</strong>, que encabezó la lista del PP a las europeas del 25 de mayo de ese año, fue relevado por Isabel García Tejerina el 28 de abril. En el caso de Borrell, sin embargo, se dará la circunstancia de que, <strong>a partir del 26 de abril estará en funciones</strong>, como el resto del Gobierno. Si dimitiera, otro miembro del Gabinete podría hacerse cargo de sus competencias.