<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El descenso global del número de muertes por el terrorismo a causa del declive del Daesh y el auge de la violencia de extrema derecha en Europa Occidental y América del Norte son dos de las principales conclusiones del <a href="http://visionofhumanity.org/app/uploads/2018/12/Global-Terrorism-Index-2018-1.pdf">Índice Global de Terrorismo 2018.</a></strong></h4> El sexto informe, elaborado por la organización australiana Instituto para la Economía y la Paz (IEP) a partir de los datos de 163 países del mundo y en colaboración con la Universidad de Maryland, revela que <strong>las muertes por atentados cayeron un 27% entre 2016 y 2017</strong> y descendieron un 44 % entre “el pico” de 2014 y 2017, según explicó el <strong>director de Operaciones para Europa y la Región MENA del Instituto para la Economía y la Paz, Serge Stroobants,</strong> durante un desayuno informativo organizado este pasado miércoles por el <a href="http://www.clubmadrid.org/"><strong>World Leardership Alliance-Club de Madrid</strong></a> en la sede del<strong> Instituto de Cuestiones Internacionales y Política Exterior (INCIPE).</strong> Asimismo, el estudio revela que <strong>el 99% de todas las muertes por terrorismo registradas en el mundo suceden en países envueltos en conflictos internos</strong> o que sufren altos niveles de violencia política, como es el caso de Irak, Afganistán, Nigeria, Siria y Pakistán, cinco países que reúnen por sí solos el 75% de todos los atentados perpetrados en el mundo en 2017, según precisó Stroobants, un antiguo coronel del Ejército belga. En total, <strong>el terrorismo ha declinado en la mayoría de los países del mundo (94), mientras que se ha agravado en 46.</strong> En el caso de los países europeos, las muertes por terrorismo cayeron un 75% en 2017, hasta 204, e incluso se registraron mejoras en Francia, Alemania y Bélgica a causa del debilitamiento del Daesh (que ha perdido, a causa de los reveses militares en Irak y Siria, en 60% del territorio que controlaba y el 80% de sus ingresos) y a la intensificación de la lucha antiterrorista. <strong>España</strong> ha pasado del puesto 86 al 50 en la lista de atentados terroristas, pero este ascenso, según fuentes del IEP, debe interpretarse más bien como un “pico” poco significativo debido a los <strong>atentados yihadistas perpetrados en Barcelona en el verano de 2017</strong>, que causaron 23 muertos y un centenar de heridos. <h5><strong>Extrema derecha</strong></h5> <strong>Europa Occidental y América del Norte</strong>, según Serge Stroobants, concentran apenas el uno por ciento del terrorismo de todo el mundo, pero en estas dos regiones se aprecia un auge del terrorismo de <strong>extrema derecha,</strong> que, en todo caso, “no es en absoluto comparable al fenómeno islamista”. Entre 2013 y 2017 se registraron en los países occidentales 66 víctimas mortales en 127 ataques ultraderechistas, tanto de supremacistas blancos como de islamófobos, y sólo en 2017 se contabilizaron 59 ataques con 17 muertos en países como Reino Unido, Suecia, Grecia, Francia y, muy especialmente, Estados Unidos. Este auge de la violencia ultraderechista, de acuerdo con el índice, está relacionado con la proliferación de plataformas <em>online</em> desde las que se lanzan mensajes islamófobos y xenófobos, de tal forma que el perfil característico del autor de estos atentados es un “lobo solitario” blanco, ultranacionalista y fuertemente antimusulmán. Al respecto del auge de la extrema derecha vinculada a la islamofobia, el informe advierte de que vincular la exclusión social que sufren las comunidades de inmigrantes con el auge del terrorismo puede utilizarse como argumento “para justificar restricciones a la migración y el asilo”, a pesar de las “abrumadoras evidencias” que demuestran que “la mayor parte de los extremistas violentos y terroristas son, de hecho, ciudadanos nacionales”. <strong>“La única conexión entre el terrorismo y la migración es que el terrorismo produce migración”</strong>, aseveró Serge Stroobants.