<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h6></h6> <h4><strong>La situación política en Venezuela ha experimentado una nueva vuelta de tuerca tras la decisión del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de autoproclamarse “presidente interino” del país.</strong></h4> <h4></h4> El Gobierno español ha optado por pedir la “unidad de acción de la UE” antes de pronunciarse sobre una decisión que ya ha sido apoyada por EEUU, por varios países latinoamericanos y por los líderes de PP y Ciudadanos. "No se puede tomar decisiones en caliente sin estar bien informado. No vamos a hacer seguidismo de nadie", declaró <strong>el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell</strong>, durante su participación en un foro sobre Europa en la sede de Casa de América en Madrid. <strong>“Debemos preservar la unidad de acción de la Unión Europea ante la crisis institucional en Venezuela”</strong>, advirtió posteriormente el ministro en su cuenta oficial de Twitter. “Estamos trabajando para tomar una decisión juntos con la rapidez necesaria. Nuestra principal preocupación es la situación de la colonia española en el país”, añadió. Junto a Borrell se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, cuyo Gobierno ha impulsado, junto a España, Francia, Italia y Países Bajos, la creación de un <strong>grupo de contacto internacional</strong> liderado por la UE para promover una solución dialogada en Venezuela. <p align="left">A ultima hora de ayer, la Unión Europea reclamó elecciones anticipadas a Nicolás Maduro y reconoció la "legitimidad democrática" de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional venezolana, aunque no se pronunció sobre su autoproclamación como presidente encargado de Venezuela.</p> En un comunicado emitido por la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, se dice textualmente que “La UE pide encarecidamente el inicio de un proceso político inmediato que conduzca a elecciones libres y creíbles, de conformidad con el orden constitucional”. “La UE -se añade- apoya plenamente a la Asamblea Nacional como la institución elegida democráticamente, cuyos poderes deben ser restaurados y respetados. Los derechos civiles, la libertad y la seguridad de todos los miembros de la Asamblea Nacional, incluido su presidente, Juan Guaidó, deben ser respetados”. Miles de personas participaron ayer en las masivas manifestaciones convocadas por el propio presidente de la Asamblea Nacional (controlada por la oposición desde 2016) en las principales ciudades de Venezuela, que fueron contestadas con contramanifestaciones de los partidarios del Gobierno para "defender la Revolución Bolivariana y al presidente de la República, Nicolás Maduro". Durante la manifestación opositora en Caracas, Guaidó se proclamó “presidente encargado” de la República en sustitución del “usurpador” Maduro. De momento, su autoproclamación ya ha recibido el apoyo de todos los grupos opositores, tanto internos como del exilio, y el reconocimiento del <strong>presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de los Gobiernos de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Ecuador, Perú, Colombia y Costa Rica</strong>. En respuesta, Maduro declaró desde el Palacio Presidencial que “el pueblo venezolano le dice no al golpismo” y acusó a Estados Unidos de intentar imponer un <strong>"Gobierno títere".</strong> <h5><strong>Casado, Rivera y Garzón</strong></h5> Como era previsible, el conflicto venezolano se ha trasladado a la arena política española. El líder del PP, <strong>Pablo Casado</strong>, participó en la Puerta del Sol de Madrid en una concentración de la oposición venezolana en la que exigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que reconozca a Guaidó “como presidente de Venezuela, tal y como están haciendo las principales potencias del mundo”, y que lidere “la respuesta de la Unión Europea ante una situación que es absolutamente insostenible”. El secretario de Relaciones Internacionales del PP, José Ramón García-Hernández, ha rechazado la creación del grupo de contacto porque “con los golpistas no se habla, ni aquí ni en Venezuela". Por su parte, el presidente de Ciudadanos, <strong>Albert Rivera</strong>, exigió a Sánchez que reconozca Guaidó como presidente de Venezuela para abrir una "transición democrática" en el país, mientras que, con un sentido muy diferente, el coordinador federal de Izquierda Unida, <strong>Alberto Garzón</strong>, calificó de "golpe de Estado" la autoproclamación de Guaidó y rechazó “la injerencia externa capitaneada por el Gobierno de EEUU".